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Gobierno y empresa

Carmen Fiestas , 09-06-2014.     Artículo en PDF

El ámbito de las organizaciones participa en los gobiernos de las naciones con la contribución de sus impuestos, generando empleo, inovación, dando formación y cultura a sus empleados e incluso haciéndose responsables de situaciones particulares de ellos. Sin embargo, no se les pide su voto para formar gobiernos.

Las empresas no forman parte de las votaciones democráticas de los gobiernos, sí lo hacen las personas como particulares. Me planteo como un país puede promover el empleo sin contar con las empresas u organizaciones, entre otros ámbitos, cuando constituyen su gobierno.

Los gobiernos se instauran desde la llamada democracia mediante el voto de las personas particulares mayores de 18 años. No se tiene en cuenta nada más que eso a la hora de pedir una consulta, sea electoral o referéndum, ya que se considera que el voto es un derecho de las personas, pero no de las organizaciones.

Así, se instaura un sistema de gobierno que tiene el consenso de aquellos que votan únicamente, que son aproximadamente el 50% en el mejor de los casos. El otro 50% no vota, aunque nadie se preocupa de saber el porqué, de hecho da igual, porque el gobierno impone un sistema y luego se renueva con quien les vote, aunque sólo sea un % muy pequeño. Las decisiones que tomen serán para todos: votantes y no votantes. Los que votan, para el gobierno, son responsables y forman parte del sistema… véase que no es el sistema el que forma parte de las personas responsables.

Ahora, en esta etapa de cambios, la sociedad es más responsable y tiene mayor iniciativa, es más exigente y no le gusta que su futuro esté en manos de una minoría privilegiada y corrupta. Eso sí, el sistema se resiste a perder sus privilegios y exige que cualquier cambio que se produzca parta del sistema ya establecido. También el sistema protege a sus aforados, de forma que nadie les rinda cuenta a los errores que hayan cometido. En España, por ejemplo, se dice que la ley es igual para todos, sin embargo, blinda a unos personajes mediante el aforamiento, sobretodo, los aforados son políticos y no ejecutivos de grandes empresas (unas 10.000 autoridades públicas).

En los gobiernos suelen darse errores de incompetencia que afectan a todo el país. Sin embargo, los incompetentes no suelen hacerse cargo del problema que generan ya que saben muy bien como culpar a otros, culpan a otros partidos políticos o incluso a las reglas o leyes que fueron creadas por ellos mismos. Una vez finalizado el periodo de mandato, los incompetentes siguen participando del gobierno del país, no son despedidos ni amonestados; incluso algunos, aprovechan la ventaja de haber sido personajes públicos para tener altos cargos en compañías privadas.

Estos gobiernos actuales llamados demócratas, deciden e influyen en todos los ámbitos de la vida de las personas, sin embargo, en la administración de dichos ámbitos se han cometido delitos sin que ello tenga una gran repercusión. Por ejemplo, apropiación indebida de dinero público, un dinero que no se repone aunque se descubra el fraude. ¿Cuántos miles de millones han robado los corruptos políticos?

Como reacción a la crisis, los gobernantes decidieron aumentar brutalmente la deuda pública y después aumentar en consecuencia, de forma desmedida, los impuestos a particulares y organizaciones, para pagar la desmedida deuda. Muchos piensan que también para reponer lo que ellos robaron de los fondos públicos.

En cuanto al ámbito del trabajo se habla de fomentar el empleo. El gobierno dispone mediante impuestos al trabajo de una recaudación destinada, entre otras cosas, a la gestión de pensiones que permitan ingresos a quienes no trabajan, sea por discapacidad, jubilación o desempleo. Con la crisis, debido a las cifras elevadas de desempleados, se habla de fomentar el empleo. Otra vez, en mi opinión, el gobierno se mete en camisas de once varas… Por un lado, las organizaciones (con o sin ánimo de lucro, incluyendo pequeñas y medianas empresas) contribuyen mediante sus impuestos al mantenimiento del gobierno pero no contribuyeron con su voto. El sistema no pide ser elegido con el voto del sector empresarial, pero le exige contribuciones. En mi opinión, los sistemas actuales de gobierno demócratas no consultan ni piden el apoyo del sector empresarial, cuando dicho sector tiene mucho que ver con la generación de empleo y formación así como con el  progreso y crecimiento económico.

Visto según mi enfoque, para tener realmente sistemas de gobiernos equitativos o democráticos, realmente representativos, no sólo deberían participar algunas personas en sus elecciones, sino también todos los componentes de cada ámbito privado: empresas, sanidad, educación, etc. Otra alternativa, ya que la incompetencia de los gobiernos está demostrada y se quiere seguir viendo como la única opción, puede consistir en que en lugar de un gobierno único formado por políticos, sean personas civiles, que no sean políticas, representantes de cada ámbito de la sociedad que articule responsablemente la administración y buena gestión del sistema, con elementos de control que garanticen el uso adecuado de los bienes y derechos públicos.

Ante la demostrada incompetencia política, en estos últimos años, millones de personas están participando en movimientos sociales que exigen la aportación de la sociedad civil en las decisiones gubernamentales.

Nuevo Management impulsa la revisión de sistemas y escenarios para construir progreso en la humanidad, donde personas, empresas y sociedad participen del cambio alineando sus intereses en base a las exigencias de la actual Era de la información.


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