La innovación y el progreso tecnológico han cambiado la
forma de relacionarse en el ámbito organizacional con respecto a
épocas anteriores no muy lejanas en el tiempo.
A la par ha cobrado
relevancia la interacción en redes
sociales y la gestión de equipos, siendo imprescindible una buena
comunicación y gestión de límites para obtener vínculos de
calidad.
Uno de los aspectos del cambio es que la comunicación, cada
vez más, deja de ser cara a cara en un despacho. Ha aumentado la
comunicación a través del correo electrónico, el wasap, la
conversación telefónica, o redes sociales y esto permite
desarrollar la actividad profesional más cerca físicamente del
mercado y más lejos del domicilio de la empresa u organización,
para ser más efectivos y productivos.
Este tipo de comunicación, en la que no recibimos
información visual directa de nuestro interlocutor ni de
lo que le rodea, por tanto, nos proporciona menos
información acerca del otro, nos obliga a mejorar nuestra manera
de trasladar el mensaje y nuestra atención en la escucha o
interpretación del mensaje recibido. Muchas veces, esta facilidad
dada por la tecnología para establecer la comunicación puede
mermar la eficacia de la misma, pudiendo generarse malos
entendidos si se tienen dificultades de expresión, se producen
interferencias o se es poco claro en el mensaje, aunque también
resulta mucho más eficiente para la gestión de límites ya que
podemos objetar y argumentar de forma más contundente al otro, sin
tanto reparo como cara a cara.
Una de las cuestiones más complejas es el de las relaciones
humanas. Además de algunas dificultades que pueden darse en la
comunicación, como las
ya mencionadas, muchas personas no saben gestionar adecuadamente
los límites en sus relaciones. No son asertivas, les cuesta decir
“no” o defender sus derechos respetando a los demás. Establecer el
límite es estar en tu sitio para que los demás estén en el suyo y
no invadan el tuyo. (Véase
el artículo publicado en
www.nuevomanagement.com titulado:
“Estar en tu sitio”.
Carmen Fiestas, 09-06-2013). Es decir, que en todas las
relaciones es fundamental establecer los límites y complementarlas
con el respeto, la tolerancia y la cordialidad si queremos que el
vínculo sea enriquecedor.
Entendiendo la importancia de las relaciones humanas en el
ámbito profesional, es conveniente saber que básicamente gran
parte de los conflictos y rupturas entre las personas se deben a
que no se han fijado adecuadamente los límites de la relación, o
bien, a que no se respetan los mismos. Una relación problemática
puede ocasionar el consumo de gran parte de nuestro tiempo, y
muchas veces también de nuestro ánimo si añadimos una posible
carga emocional descontrolada. Las consecuencias pueden ser
trascendentales, se puede dificultar la obtención de una cuenta,
podemos perder un
cliente o la confianza de un colaborador y
como efecto, perder la confianza en uno mismo y
la capacidad de
relacionarnos con otros, pueden empeorar nuestros resultados,
tener más dificultades para alcanzar objetivos y un largo
etcétera.
Precisamente esta complejidad en las relaciones
profesionales produce conversaciones con terceros a los que
pedimos consejo u orientación para resolver los conflictos que se
ocasionan en numerosos casos, para obtener otro punto de vista
distinto sobre el que reflexionar y evitar el deterioro de la
relación.
En conclusión,
la capacidad para establecer relaciones profesionales con una
correcta gestión de límites mejora la productividad, la
satisfacción y la salud formando parte de las cualidades que
Nuevo Management considera valiosas y acordes con la actual Era de
la información.