Todas las variables deberían ser contenidas en un enfoque global. Nos
damos cuenta de que hay mucho conocimiento pero que este suele ser
desarrollado sectorialmente y sin tener en cuenta a otras áreas que, a
lo mejor, tratan esas mismas disciplinas con otra perspectiva. Esto
conduce a visiones del mundo muy diversas y a veces difíciles de
integrar. Tal vez, estas visiones son muy especializadas, tanto que
llegan a ser sesgadas. Por ello, y porque cada día la cantidad de
conocimiento es mayor, es preciso que pueda realizarse una labor de
integración para comprender las cosas con una perspectiva más amplia,
que nos permita comprender la complejidad, convirtiéndonos en
observadores primero, para luego obtener de ello nuevos enfoques.
La
especialización ha tenido y sigue teniendo mucho sentido, ya que esto es
lo que ha contribuido a la aceleración del progreso en los últimos
siglos (al despegue de Occidente). Al ser más numerosas las diversas
áreas de conocimiento podemos ampliar nuestra comprensión de la
complejidad de la realidad, dinámica y cambiante. Pero la capacidad de
un ser humano, no puede abarcar el conocimiento total de todas esas
áreas, por lo que se hace necesario trabajar con equipos
interdisciplinares, que efectúan esa labor de integración.
Los
miembros de estos equipos son complementarios entonces, y es a través de
su capacidad de diálogo y entendimiento con los demás miembros cuando se
hace posible pensar en común. Hasta ahora, el pensamiento decimos que
está en la mente de cada uno, que es individual; sin embargo en los
equipos interdisciplinares también podemos decir que hay un pensamiento
global, construido por la aportación de cada uno de los miembros en sus
puestas en común, no como la suma de los conocimientos diversos que
componen al equipo, sino por la interacción que entre éstos se genera.
Lo que permite ese pensamiento global producido por el diálogo y su
interacción es romper visiones sesgadas, producir cambios de pensamiento
y tener nuevas visiones con los que se obtienen nuevos resultados.
Estos grupos interdisciplinares no sólo existen en áreas científicas,
sino también en las empresas. La incertidumbre sobre en qué ocupar a
trabajadores maduros o veteranos, mayores de 50 años en el futuro
cercano, en el que ya es un hecho que se ha prolongado la vida del ser
humano, puede no serlo ya, si consideramos el conocimiento y
especialización que a lo largo de sus vidas laborales han alcanzado
estas personas. Su veteranía puede enriquecer a los equipos
interdisciplinares.
El
Nuevo Management, propone la creación de equipos interdisciplinares no
solamente para elaborar nuevos proyectos o la investigación, sino para
construir visión corporativa o unificar criterios de gestión.