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Aprovechemos la crisis para estudiar

Carmen Fiestas, 10-09-2010.         Artículo en PDF

De la población española, sólo el 22% posee estudios secundarios no obligatorios, frente al 47% de la Unión Europea (UE) y el 44% de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Los indicadores recopilados por el Ministerio de Educación en su informe “Panorama de la Educación 2010”, muestran cómo es el sistema educativo en 2007-2008 de España en comparativa con la UE y la OCDE:

“Completar la Educación Secundaria superior reduce el desempleo 8,3 puntos porcentuales por término medio en los países de la OCDE entre la población de 20 a 24 años de edad, y 5,3 puntos entre la población de 25 a 29 años de edad. En España estas cifras son bastante similares a las anteriores, algo más elevadas con una reducción del desempleo de 10,7 puntos entre la población 20-24 y prácticamente igual, 5,1, puntos entre la de 25-29 años.  Estos datos ponen de manifiesto que la no posesión de una cualificación de Educación Secundaria superior representa un serio obstáculo para encontrar empleo”.

“Los jóvenes entre 25 y 29 años de edad con una titulación superior cuando se incorporan al mercado laboral tienen dificultades en encontrar un trabajo acorde con su nivel educativo. Un 23%, media OCDE, encuentran trabajo en ocupaciones de un nivel profesional por debajo del correspondiente a su nivel educativo. En algunos países como en España e Irlanda, en torno al 40% de los jóvenes están en esta situación”.

Los datos son reveladores. Estudiamos menos que los países de la UE y la OCDE; quienes estudian tienen menos desempleo que quien lo hace  y mejor remuneración  - aunque por debajo de la UE y la OCDE-; también nos encontramos con que su nivel profesional está muy por debajo de su nivel educativo, el 40% en España en los jóvenes entre 25 y 29 años (un 17% por encima que los países de la UE y la OCDE).

La relación entre aquellos países con mejores resultados económicos y el nivel de educación está comprobada: a más formación más desarrollo económico. En nuestro país destaca la burocratización frente a esos mismos países y tenemos menor formación en todos los baremos observados en este informe del Ministerio de Educación.

Es preciso cambiar la mentalidad de que el periodo formativo es un proceso que finaliza cuando se encuentra empleo, o que es la empresa únicamente quien se ocupe de proporcionarnos la continuidad, aunque éstas contribuyen a que las personas alcancen la exigencia que requiere el mercado laboral. Los profesionales con mentalidad burócrata, se respaldan en eso. Muchos profesionales plantean rechazo a la formación que les facilita la empresa, o se quejan de los horarios en los que la reciben o se quejan de que el coste de la misma no lo cubra la empresa.

“La educación para adultos, dentro del aprendizaje permanente, se considera crucial para superar los retos de la competitividad económica y el cambio demográfico y para combatir el desempleo, la pobreza y la exclusión social, que marginan a un número significativo de personas en todos los países. Por tanto, la inversión en educación y formación después de finalizar la formación inicial es fundamental para mejorar las capacidades de la mano de obra y aumentar el conjunto de los niveles de cualificación de las  personas. La participación en la educación y formación a lo largo de la vida depende, entre otros factores, del nivel educativo de la población de 25 a 64 años.

 Si se tiene en cuenta el nivel educativo de esta población en el conjunto de los países de la OCDE, los adultos que han alcanzado una titulación superior tienen una tasa de participación de 20 puntos porcentuales superior a los adultos con una titulación de secundaria superior y éstos a su vez una tasa de participación de 18 puntos porcentuales más que los adultos que únicamente han alcanzado la primera etapa de Educación Secundaria. En España estas diferencias son muy parecidas, 16 puntos porcentuales más los que poseen una titulación superior y 18 puntos más los que poseen una titulación de Educación Secundaria superior que los que no alcanzan este nivel educativo”.

El momento actual de crisis es idóneo para adquirir nuevos hábitos en temas de preparación educativa, una buena inversión de futuro para los jóvenes que tienen que abrirse camino y para los maduros que no quieran quedarse fuera del mercado de trabajo por no adquirir habilidades y competencias actuales, además que es ahora cuando ha aumentado la demanda de personal con mayores exigencias.

Para cambiar este panorama, la formación continua es una de las medidas más recomendables e inmediatas, además de que hoy es posible, no sólo mediante la formación académica, sino con otras orientadas a las nuevas competencias y exigencias de mayor cualificación.


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