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Personas mayores, protagonistas del futuro

Carmen Fiestas, 15-12-2010.         Artículo en PDF

Las personas mayores están siendo "aparcadas" profesionalmente, cuando la tendencia demográfica y económica no permite que esta situación sea sostenible.

A pesar de los abundantes estudios demográficos que nos informan del hecho de que la población de personas mayores ha ido aumentando en Europa, y de que esa es la tendencia que se va a mantener en los próximos años, apenas no se han tomado medidas para canalizar las consecuencias de ello en los diferentes estratos sociales. Uno de los retos a los que desafían la actualidad europea en sus mercados laborales es la prolongación de la edad laboral activa más allá de los 65 años.

Esta información forma parte del noticiero diario de todos los medios de comunicación, pero la mayoría de personas no nos damos cuenta de que estos cambios ya nos están afectando a todos y, por ello, debemos responsabilizarnos siendo proactivos y haciendo que este reto europeo sea también motivo personal de adaptación orientándonos a las nuevas posibilidades que ofrece este nuevo contexto. De lo contrario, tarde o temprano, si no aprovechamos esta nueva oportunidad de cambio, este contexto se nos revertirá en un problema.

Aunque el problema del desempleo es generalizado en este país, batiendo todos los récords históricos en cifras de desempleo, las personas mayores (considerando que el intervalo de edad de este grupo es a partir de los 54,5 años) son las que primero han estado siendo invitadas a “retirarse” del mercado. En parte, la cultura de los países en desarrollo nos ha transmitido que es un signo de bienestar la jubilación anticipada. Por otro lado, las personas que hoy son mayores no tuvieron en su día la conciencia de lo importante de la formación continua, sino que heredaron la cultura basada en la especialización y una visión poco versátil de su conocimiento práctico.

Cada mes, de una manera u otra, insisto en la importancia de la formación continua y del “descubrimiento” de las capacidades, así como en  la revisión de nuestra visión del mundo, además  de nuestra propia construcción personal en las bases que sustentan nuestra cognición y desarrollo durante nuestro tiempo vital, para alinearnos con el mundo de posibilidades en lugar de la inconsistencia del mundo de las limitaciones que, en general, forma parte de muchos problemas psicológicos y de productividad en un alto número de personas. Por esto, en este artículo, insisto en tomar conciencia de aquellas cosas que no deberían sorprendernos por falta de haber tomado conciencia previa, es decir, por ignorar lo importante.

Es importante no sólo conocer estas cifras de desempleo o el  problema de actividad de las personas mayores y esperar que sean los sistemas quienes resuelvan las situaciones, sino que más importante es pensar al respecto y reflexionar para tomar conciencia de este hecho, porque una gran mayoría de nosotros vamos a hacernos mayores y podemos anticiparnos a los problemas. Una empresa actual sabe que sus empleados mayores posiblemente no van a mantener la misma productividad, pero cuidado, siempre y cuando el puesto que ocupaban no tuviera en cuenta lo que la naturaleza, por lo menos hasta hoy, deja bien patente, y es que con la edad también nuestro organismo ha ido realizando cambios y madurando. Por eso, ahondando algo más en posibles soluciones para paliar el problema, se trata de que las empresas “reciclen” a sus empleados y tengan en cuenta que esas personas puede que no sean productivas en el puesto que ocupaban pero que si pueden serlo en otros puestos.

Cuando se establecen planes de carrera para el personal joven en la plantilla apostando por sus cualidades organizativas y productivas, muchas empresas se olvidan de los planes de adaptación del personal de mayor edad, dejan de invertir en su formación y siguen comparando las productividades como si fuera una “taula rasa”.

Las empresas dinámicas tienen esto en cuenta, saben la importancia de la rotación interna para obtener lo mejor de las personas en los mejores puestos para los que están cualificadas. Por otro lado, las personas dinámicas también lo tienen en cuenta, invirtiendo en una preparación más versátil y obteniendo un conocimiento y experiencia multidisciplinar para estar preparados en su futuro, en definitiva, abiertos al mundo de las posibilidades.


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