Personas mayores,
protagonistas del futuro
Las personas mayores están siendo
"aparcadas" profesionalmente, cuando la tendencia demográfica y
económica no permite que esta situación sea sostenible.
A pesar de los
abundantes estudios demográficos que nos informan del hecho de que la
población de personas mayores ha ido aumentando en Europa, y de que esa
es la tendencia que se va a mantener en los próximos años, apenas no se
han tomado medidas para canalizar las consecuencias de ello en los
diferentes estratos sociales. Uno de los retos a los que desafían la
actualidad europea en sus mercados laborales es la prolongación de la
edad laboral activa más allá de los 65 años.
Esta información
forma parte del noticiero diario de todos los medios de comunicación,
pero la mayoría de personas no nos damos cuenta de que estos cambios ya
nos están afectando a todos y, por ello, debemos responsabilizarnos
siendo proactivos y haciendo que este reto europeo sea también motivo
personal de adaptación orientándonos a las nuevas posibilidades que
ofrece este nuevo contexto. De lo contrario, tarde o temprano, si no
aprovechamos esta nueva oportunidad de cambio, este contexto se nos
revertirá en un problema.
Aunque el problema
del desempleo es generalizado en este país, batiendo todos los récords
históricos en cifras de desempleo, las personas mayores (considerando
que el intervalo de edad de este grupo es a partir de los 54,5 años) son
las que primero han estado siendo invitadas a “retirarse” del mercado.
En parte, la cultura de los países en desarrollo nos ha transmitido que
es un signo de bienestar la jubilación anticipada. Por otro lado, las
personas que hoy son mayores no tuvieron en su día la conciencia de lo
importante de la formación continua, sino que heredaron la cultura
basada en la especialización y una visión poco versátil de su
conocimiento práctico.
Cada mes, de una
manera u otra, insisto en la importancia de la formación continua y del
“descubrimiento” de las capacidades, así como en la revisión de nuestra
visión del mundo, además de nuestra propia construcción personal en las
bases que sustentan nuestra cognición y desarrollo durante nuestro
tiempo vital, para alinearnos con el mundo de posibilidades en lugar de
la inconsistencia del mundo de las limitaciones que, en general, forma
parte de muchos problemas psicológicos y de productividad en un alto
número de personas. Por esto, en este artículo, insisto en tomar
conciencia de aquellas cosas que no deberían sorprendernos por falta de
haber tomado conciencia previa, es decir, por ignorar lo importante.
Es importante no
sólo conocer estas cifras de desempleo o el problema de actividad de
las personas mayores y esperar que sean los sistemas quienes resuelvan
las situaciones, sino que más importante es pensar al respecto y
reflexionar para tomar conciencia de este hecho, porque una gran mayoría
de nosotros vamos a hacernos mayores y podemos anticiparnos a los
problemas. Una empresa actual sabe que sus empleados mayores
posiblemente no van a mantener la misma productividad, pero cuidado,
siempre y cuando el puesto que ocupaban no tuviera en cuenta lo que la
naturaleza, por lo menos hasta hoy, deja bien patente, y es que con la
edad también nuestro organismo ha ido realizando cambios y madurando.
Por eso, ahondando algo más en posibles soluciones para paliar el
problema, se trata de que las empresas “reciclen” a sus empleados y
tengan en cuenta que esas personas puede que no sean productivas en el
puesto que ocupaban pero que si pueden serlo en otros puestos.
Cuando se establecen
planes de carrera para el personal joven en la plantilla apostando por
sus cualidades organizativas y productivas, muchas empresas se olvidan
de los planes de adaptación del personal de mayor edad, dejan de
invertir en su formación y siguen comparando las productividades como si
fuera una “taula rasa”.
Las empresas
dinámicas tienen esto en cuenta, saben la importancia de la rotación
interna para obtener lo mejor de las personas en los mejores puestos
para los que están cualificadas. Por otro lado, las personas dinámicas
también lo tienen en cuenta, invirtiendo en una preparación más versátil
y obteniendo un conocimiento y experiencia multidisciplinar para estar
preparados en su futuro, en definitiva, abiertos al mundo de las
posibilidades.
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