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Conocimiento útil, poco útil y erróneo

Carmen Fiestas , 09-03-2013.     Artículo en PDF

A lo largo de nuestra vida acumulamos conocimiento poco útil, básicamente, por la inercia de tiempos pasados en los que se han considerado importantes aspectos que hoy no lo son o que sabemos que eran equivocados.

 

La actual Era de la información se apoya en la implantación de las tecnologías de información y comunicación (TIC), las cuales han facilitado con ello una forma de relación cotidiana mucho más amplia y rápida, donde se han eliminado fronteras de espacio y tiempo, y por ello se dice que la sociedad emergente es la sociedad de la información.

Esta sociedad de la información está siendo la antesala para la construcción de las sociedades del conocimiento. Según se menciona en el Informe Mundial de la UNESCO, “Hacia las sociedades del conocimiento”: “[…Las sociedades emergentes no pueden contentarse con ser meros componentes de una sociedad mundial de la información y tendrán que ser sociedades en las que se comparta el conocimiento, a fin de que sigan siendo propicias al desarrollo del ser humano y de la vida.”…] .

La noción “sociedad del conocimiento” (knowledge society) fue utilizada por primera vez por Peter Drucker, y se extendió hacia finales de los 90, refiriéndose a que en sociedades futuras el recurso básico sería el saber, más que tener una mayor cantidad de conocimiento porque, para él, aplicar conocimiento para generar más conocimiento y extenderlo supondría un gran esfuerzo de sistematización y organización. Su enfoque era la mejora de la productividad. En esa época, Drucker desconocía la trascendencia revolucionaria que ha generado el desarrollo en la comunicación mediante el uso de Internet.

Algunos autores consideran una utopía alcanzar la sociedad del conocimiento (también traducida como la sociedad del saber), porque se llegaría a ella utilizando los medios tecnológicos, como la instrucción o educación universal y la humanización de las sociedades actuales.

Sin embargo, no es ésta la perspectiva de Nuevo Management, ni tampoco de la UNESCO.

Es cierto que deben realizarse cambios fundamentales para que la cultura, y la enseñanza empiecen a actualizarse y se den cuenta la gran cantidad de conocimiento poco útil que generan. El conocimiento poco útil es fácil de detectar, es aquel que no ha servido a la mayoría para casi nada. Sin embargo, arrastramos la práctica de promocionar  y ensalzar una cultura de conocimiento poco útil.

Podemos diferenciar: conocimiento útil, poco útil y erróneo.

“Conocimiento útil: Las empresas,  suelen promocionar este tipo de conocimiento. En cuanto al ámbito universitario y escuelas de negocios, hacia mediados del siglo pasado Drucker afirmó que estos contaban “habladurías de viejas”, refiriéndose a las carreras y másteres empresariales de entonces. Después, éstas incorporaron el management de Drucker y sus seguidores. Pero a finales del siglo, el propio Drucker afirmó que hacía falta un nuevo management centrado en las personas. Por lo tanto, las universidades y escuelas de negocios están desfasadas otra vez. Actualmente ha crecido en ellas el porcentaje de conocimiento poco útil y erróneo que transmiten.

Este desfase también se da, en menor medida, en el mundo empresarial, aunque el porcentaje de conocimiento poco útil y erróneo es inferior debido a la presión de los resultados, de la competencia y de los innovadores.

La necesidad de un management “centrado en las personas” ha llevado a las empresas, en las dos últimas décadas, a realizar una preparación integral de sus trabajadores, entrando en terrenos como el denominado desarrollo personal que, debido a su relativa juventud, todavía le falta mucho conocimiento útil y ya ha generado algún conocimiento poco útil y algunos dogmas.

Conocimiento poco útil y erróneo: el sistema educativo no universitario, (exceptuando aprender a leer, escribir y matemáticas), suele promocionar más este conocimiento dando lugar al fracaso del sistema escolar. Esto impide el necesario aumento de productividad y el progreso”. (Javier Marzal, 2013)

Lo que hoy en día se considera enseñanza básica obligatoria y que se imparte en los primeros años de escolarización debería comenzar a revisarse. Se invierte tiempo en seguir anclados en el pasado, en los conocimientos de los clásicos, cuando todo ese conocimiento ya ha quedado obsoleto. Por ejemplo, ¿cuántas veces han utilizado operaciones con quebrados a lo largo de su vida? (salvo que sea profesor de matemáticas). Yo ninguna en el medio siglo de edad que tengo. Sin embargo, es el quebradero de cabeza de muchos niños. En su lugar, ¿no podrían enseñarles a conocer alguna cuestión más práctica y actual? Muchos de los lectores de mi edad habrán estudiado latín y/o griego. ¿Les ha servido de algo? Los niños saben utilizar mejor hoy en día, el teléfono móvil, la calculadora y el ordenador que la escritura caligráfica. Si es un hecho que les sería útil aprender a escribir a máquina casi antes que escribir a mano ¿por qué no se les enseña cuanto antes?

La abundancia de información sólo tiene un riesgo y es que, en general, la mayoría de personas no sabe discernir si lo que lee es una fuente de conocimiento rigurosamente seria. En general, todavía existe una cultura basada en creencias míticas y dogmas más que científicas. Parece que se suele valorar más el entretenimiento que la formación continua a lo largo de la vida. En parte, porque esta formación cuando viene dada por ciertas instituciones, con metodologías que no producen buenos resultados, invita a la desmotivación.

Les invito a que busquen conocimiento útil, a encontrar en el aprendizaje una forma de crecimiento y participación en la construcción de la sociedad del conocimiento. Nuevo Management considera que invertir en el mundo de las posibilidades pasa por la preparación de las personas, la humanización de las sociedades y la aplicación del talento y de la innovación en las organizaciones.  


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