Las cifras de desempleo en España actualmente son demoledoras. Es
un hecho que estamos en una situación de cambio necesaria para
tener nuevas ideas que se adapten a los requerimientos de la
actual Era de la información.
La emprendeduría colectiva, es una opción a tener
muy en cuenta en los tiempos de crisis que corren ya que puede
satisfacer las necesidades de muchas personas que no tienen
trabajo y que tampoco son aptas (por los motivos que sean) para
ser emprendedores de una idea de negocio propia.
Algunas de las ventajas que proporciona la
emprendeduría colectiva son:
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Las personas participan del proyecto en forma directa, lo
construyen o pueden incorporarse a proyectos ya iniciados.
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Satisface las necesidades de los socios integrantes que han
elegido el proyecto por afinidad. La motivación es compartida,
la inversión es compartida, la idea de negocio es compartida y
los resultados obtenidos también lo son.
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Valores compartidos, entre otros: responsabilidad,
colaboración, transparencia, ayuda mutua, el propio esfuerzo,
sentido de equidad e igualdad.
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Trabajar en equipo desde el principio para que la
iniciativa tenga mayor sostén que hacerlo de forma individual.
Es importante destacar que lo que conocemos como
cooperativismo, data desde 1844 en Inglaterra donde se constituyó la
primera sociedad cooperativa; es decir que nació en plena
Revolución Industrial, es una de las formas de emprendeduría
colectiva. Además de cooperativas, la emprendeduría colectiva
puede originar empresas y organizaciones del sector social como
asociaciones, fundaciones, ONGs, etc.
Este tipo de iniciativas tiene unos riesgos
asociados, que si desde el principio se tienen en cuenta, no
tienen por qué conseguir que fracase el proyecto. Entre otros:
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Dificultad a la hora de unificar criterios entre el
conjunto de los emprendedores.
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Desconocimiento generalizado de las bases que conforman la
emprendeduría colectiva o la organización privada.
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Valores que pueden ser incompatibles entre el colectivo,
por no ser adecuados a este tipo de organización o porque no
eran compartidos por no haber sido explícitos y a medida que
progresa el proyecto aparecen generando problemas que pueden
ser insuperables.
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Rasgos de conducta entre los miembros que pueden entorpecer
el trabajo: envidias, irresponsabilidad, holgazanería,
reconocimiento de egos, etc, o bien, que el colectivo no sepa
cómo mediar o resolver los conflictos originados por estos
factores.
En cualquier caso, dedicar tiempo a establecer las bases del
proyecto es conveniente para una mejor organización y acoplamiento
de todos los miembros.
Un grupo variado de emprendedores tiene la ventaja de que existan
diferentes motivaciones y conocimientos entre los miembros que
pueden ser útiles a la hora de asignar las diversas funciones y
responsabilidades, de forma que estén alineados los intereses
individuales de los miembros con los del colectivo. Sin embargo,
la diferencia de implicación y resultados entre cada uno de los
miembros debería llevar a retribuciones y beneficios diferentes,
lo cuál puede ser un foco de conflicto o desacuerdo entre los
miembros.
La emprendeduría colectiva es
impulsada por
Nuevo Management como una alternativa eficaz acorde a las necesidades, retos y
problemas que se están dando en la transición hacia de la Era de
la información para generar innovación, cambio, empleo, cultura de
colaboración social productiva, autorresponsabilidad y
responsabilidad social.