Tener trabajo es valioso y
contribuye a obtener satisfacción y bienestar. A través del
trabajo tenemos la oportunidad de ejercer nuestras aptitudes,
interactuar con otras personas en un entorno social que permite
interrelacionarse para alcanzar objetivos o metas compartidas,
podemos expresar diversas facetas de nuestra personalidad al
aplicarlas al desempeño de funciones variadas, nos obliga a
planificar o estructurar nuestro tiempo. El trabajo nos permite
aprender, compartir nuestro conocimiento, contribuir a realizar
una aportación social, planificar el tiempo además que nos brinda
un medio financiero para atender las necesidades básicas. Todos
ellos, así como otros aspectos estimados, son esenciales para la
satisfacción, la salud y el bienestar en la vida.
En la actualidad el desempleo y el
empleo precario son dos de las mayores preocupaciones de la
sociedad y, por ello, no es de extrañar que hayan aumentado el
número de personas con trastornos de estrés u otras enfermedades
psicosomáticas.
Por otro lado, en la lista de las
cuestiones que más preocupan a los ejecutivos, la productividad y
el rendimiento son las que ocupan el primer lugar, quedando en los
últimos lugares de la lista aspectos como los factores
psicosociales o la salud. Esta falta de atención a las cuestiones
psicosociales por parte de la empresa se debe en gran medida a la
falta de conocimientos que tiene esta, aunque el número de
empresas que ha tomado conciencia de su importancia ha aumentado
(este dato es variable en distintos países), pues está demostrado
que la atención a estos aspectos mejora la productividad y el
rendimiento, contribuyendo a mejora de la salud, el bienestar, la
satisfacción y viceversa.
En general, en los procesos de
selección españoles todavía el factor de análisis primordial se
centra en aspectos financieros para la empresa y el conocimiento
técnico que tiene el candidato en relación al puesto al que
aspira. Esto se debe a que es una creencia extendida entre la
mayoría de empresas españolas con mentalidad de la Era industrial,
donde la productividad se centraba en la atención a la aplicación
de estándares de modelos de trabajo para mejorar los tiempos de
ejecución. Sin embargo, no se ha mejorado la productividad ni el
rendimiento. Tampoco ha habido un aumento significativo de empleo,
existiendo un aumento de descontento y mayor desmotivación en la
población en general, también por la rebaja de los salarios; es
decir, no sólo por las
cuestiones relacionadas con la crisis y falta de empleo, sino
también por las cuestiones de clima laboral interno en las
empresas. Tampoco se está sacando demasiado partido a los aspectos
positivos de lo que representa el trabajo para las personas ya que
éstos podrían utilizarse como motivadores.
Nuevo Management
propone un cambio en la mentalidad empresarial y en la mentalidad
de los trabajadores: destinar mayor interés al conocimiento sobre
aspectos psicosociales y reconsiderar
las aptitudes más valiosas, en el momento actual, a la hora de
seleccionar un ejecutivo (o dar la preparación adecuada a los ya
empleados). Entre otras, se
encuentran las de: saber motivar (alineando los intereses de la
organización con los del individuo y la sociedad) así como el
conocimiento psicosocial
profesional al que nos hemos referido como uno los ingredientes
que más inciden en la productividad, rendimiento, satisfacción,
mejora de la salud y bienestar.