La comunicación de la especie
humana se distingue de las otras especies por haber construido un
lenguaje amplio (sistema de signos y reglas) que le permite
interrelacionarse con los demás en un carácter más amplio que
aquellas. Contiene aspectos verbales (los mensajes que emitimos
con un código común), aspectos vocales (sonidos articulados,
entonación, tono), aspectos visuales (símbolos y expresiones
corporales) y un canal o medio físico que emplea para comunicarse
(presencial o escrito mediante diversos soportes).
Hemos desarrollado todos los
elementos que componen el lenguaje, ya que éste ha evolucionado en
la medida que lo hace el ser humano, porque a través de él no
solamente nos relacionamos con los demás, como fuera su primera
causa fundamental, sino que además adquirimos conocimiento y
aprendizaje, recibimos o damos información y también nos permite
influir o persuadir a otros, o ser persuadidos o influidos.
Teniendo en cuenta que la
comunicación se emite y se recepciona, la comunicación puede darse
a nivel intrapersonal, interpersonal, intergrupal, organizacional,
intercultural e interanimal.
Esta sería de forma muy resumida
una manera de introducir lo que es la comunicación para indagar a
continuación sobre el poder de la misma.
Efectivamente, la comunicación es
una herramienta de poder, sea a través de la información (o
privación de la misma) o través del conocimiento (o de su
privación). Siendo conscientes del poder de la misma, apenas una
minoría están bien formados en ella; dicha minoría suele ser la
que “maneja” al resto.
La comunicación permite que
coexistan tantas perspectivas sobre las cosas como personas, el
problema viene dado muchas veces en que no se acepta la
perspectiva del otro, porque a la información se le suele añadir
ese componente que la dota de matices, es la visión de cada uno
sobre cómo son las cosas categorizada según su aprendizaje o
experiencia sobre la comprensión de sí mismo y del mundo o
universo de cosas materiales o inmateriales que le rodean. Gracias
a una buena comunicación se fomenta el respeto y se mejorar la
convivencia con los demás, lo cual
aumenta la productividad, facilita la colaboración y todo
ello aporta satisfacción.
En Occidente,
el machismo (sin entrar en
las causas de las diferencias de género heredadas) consiguió que
la mujer no expresara verbalmente lo que quería para que fuera el
hombre el que lo adivinara, generando muchas veces la discusión
entre géneros de que el hombre no comprendía a la mujer. Esto ha
cambiado y la mujer ya se comunica con claridad acerca de lo que
quiere y no quiere, no
dejando espacio a que otro tenga que adivinarlo, con los errores
de interpretación que eso conlleva, mejorando sus vidas.
Y es que está muy generalizado
hablar de detalles superfluos sobre aspectos que aportan un escaso
valor informativo, no hay un mensaje claro o este queda difuminado
al divagar, mientras que lo importante no siempre lo dicen, o lo
dicen de forma indirecta (o a otros), de manera que el mensaje no
llega a su destinatario.
En general la gente habla, pero no
tiene claro que cuando utilizamos la comunicación con fines
profesionales, por tanto para colaborar, el mensaje debe ser
claro, sabiendo qué es lo importante que van a comunicar. En este
sentido, muchos profesionales no saben manejarse, haciendo que la
colaboración sea menos productiva.
En medios masivos se observa que no
se sabe dialogar, generalmente, provocando no un diálogo sino una
confrontación que trasmite violencia y agresividad, lo cual es
penoso para el usuario que tiene que sufrir viendo estos
comportamientos tan molestos e improductivos que no dejan lugar
para la negociación, el cambio, y el acuerdo o consenso comunes.
En general, las personas quieren
imponer su criterio, en vez de aportar su criterio para enriquecer
un bien común, o son malos receptores de los mensajes siendo
intolerantes, o carecen de la flexibilidad y la apertura mentales.
Estas actitudes son necesarias para el progreso y la convivencia
en la actual Era de la información, ya que hay múltiples
cuestiones y reformulaciones de patrones heredados que es
necesario revisar o cambiar.
Los problemas de comunicación
intercultural crean razas, culturas, espacios y países que son
poco productivos. Las personas que comparten estas carencias
comunicativas tienen limitada su capacidad de colaboración. Si no
se comunican no colaboran; si no colaboran
no progresan. El progreso requiere entre otras cosas que
las personas y los grupos consigan desmontar fronteras y límites
para sumar y no para restar, y esto se consigue desde la
participación y la negociación.
La comunicación interanimal, es un
tema que puede provocar hilaridad pero que para mí es muy serio.
Miles de personas tienen mascotas en sus hogares que no saben
tratar por no conocer su lenguaje, al igual que es lamentable que
la labor de concienciación por el cuidado y respeto de la fauna
deba ser extendido gracias a asociaciones que velen por los
derechos de los animales, cuando
el respeto a los mismos debería ser algo educacional y de base
entre la especie humana.
Nuevo Management
considera imprescindible que las personas mejoren su comunicación
para construir mejor las relaciones y el futuro de todos.