Esta Era se caracteriza por la
necesidad de autoconcienciación, necesaria para salir de hábitos o
pautas heredadas y generar los cambios estructurales convenientes
que nos saquen de la inercia.
La autoconcienciación abarca los
ámbitos personales y también empresariales y sociales, porque no
se trata solamente de cambiar, sino de cambiar ¿para qué?
Se trata de una reflexión más
profunda y sincera en la que se plantean muchos “para qué”, por
ejemplo: para qué mantengo un comportamiento, una determinada
estructura en la empresa, un protocolo de control determinado, o
para qué quiero este nuevo producto, esta nueva casa, una nueva
estructura en mi empresa, etc. Las
respuestas nos debieran orientar hacia el cambio más adecuado o
alineado a nuestros intereses, los de la empresa y los de la
sociedad en su conjunto.
Cuando el país está en crisis, o
saliendo de ella es precisamente el mejor momento para realizar
cambios. Es necesario romper con aquello que nos condujo hacia una
mala situación. Si hemos realizado la suficiente labor de
indagación y reflexión probablemente, en el ámbito que sea,
nuestras decisiones estén enfocadas hacia la obtención de un
estilo de vida más saludable, una empresa más saludable y una
sociedad que también lo sea.
Una empresa saludable reúne unas
características que, en resumen, alinean los intereses de las
personas, la empresa y la sociedad. Desde este sitio hemos
perfilado muchas de esas características, en cada artículo que
hemos publicado. No obstante, algunas de las características
destacables serían:
-
Aquellas centradas en la mejora
de la productividad, impulsando la preparación de las personas
como factor clave de los equipos y de la empresa.
-
Otras que atiendan una buena
gestión del talento y apertura a nuevas ideas de negocio o
emprendeduría. Hagan partícipes a las personas de las metas y
programas de la empresa, interesándoles e involucrándoles en
ellos. Las que asumen nuevos retos.
-
Aquellas que consiguen formar
equipos de trabajo eficientes y bien estructurados.
-
Aquellas en las que prevalece
el respeto y se fomenta la buena comunicación. Revisan las
competencias actitudinales y comportamientos que favorecen un
agradable clima laboral.
-
Aquellas que tienen en cuenta
una correcta evaluación del desempeño, sin distinción de
género. Aquellas que cuestionan sus estereotipos y prejuicios.
-
Las que son flexibles en los
cambios, sean financieros, estructurales, tecnológicos y
personales. Promoviendo actitudes para salvar los obstáculos:
proactividad, flexibilidad, autorresponsabilidad profesional.
-
Aquellas que practican la
simetría y complementariedad ya que son valores que desplazan
a patrones de comportamiento heredados como el poder y la
obediencia ciega.
-
Aquellas que son agentes del
cambio cultural y del crecimiento personal.
-
Aquellas en las que prevalece
la meritocracia en lugar de la burocracia, ya que la primera
favorece la innovación y la segunda la coarta.
Nuevo Management es el
manantial donde beben las empresas saludables.