Actitudes clave para disfrutar del trabajo
Rompe
tus creencias y mira el trabajo no solamente como una fuente de ingresos
sino como un ámbito de satisfacción.
Es adecuado revisar nuestras
actitudes aplicadas al área laboral, ya que muchas personas que
tienen empleo emiten juicios muy negativos acerca del mismo.
Existe una tendencia generalizada a
victimizarse en lo duro de las circunstancias laborales. Para
muchas personas, el trabajo representa el medio de tener ingresos
y no una labor de disfrute, desarrollo de capacidades, aportación
a un proyecto, causa social o emprendimiento. Para muchas
personas, la necesidad de encontrar un trabajo muchas veces es más
imperiosa que las condiciones de la oferta del trabajo al que se
insta, si bien, una vez acceden al puesto, no se adaptan a las
condiciones apareciendo comportamientos y actitudes que dañan a la
persona y a su entorno.
Lo importante es tener buenas
actitudes en el trabajo que proporcionen nuestra satisfacción,
independientemente de que
busquemos las mejores
oportunidades para desarrollarnos profesional y económicamente,
para que obtengamos consecuencias favorables y constructivas
(todos ganamos). De lo contrario, actitudes negativas nos llevan
al descontrol emocional, la frustración o el estrés, con
consecuencias que irán en contra de nosotros y de los demás (todos
perdemos).
El trasfondo de las actitudes
inadecuadas puede mejorar encontrando un nuevo enfoque, otro punto
de vista que puede cambiarlas. Como por ejemplo:
-
El no aceptar o asumir las condiciones
acordadas que proyectamos en las cosas que hacemos o en las
relaciones con los demás.
Si ya hemos aceptado el trabajo, es que ya hemos decidido. La
decisión es parte de nuestro pasado y el trabajo es parte de
nuestro presente. Situémonos en el presente y hagamos las
cosas de la mejor manera. Avancemos, seamos responsables con
nuestras decisiones. Si nos hemos equivocado al tomar la
decisión de aceptar ese trabajo, decidamos buscar otro, pero
mientras tanto, seamos responsables y hagámoslo de buena gana.
-
No solucionar otros aspectos externos al
trabajo y por
tanto, nos los llevamos como una mochila al trabajo,
redundando en nuestro rendimiento, lo cual produce
insatisfacción. Detectemos qué nos está afectando y pongámosle
remedio. “Lo importante
no es lo que nos pasa, sino que actitud tomamos con lo que nos
pasa” (C. Fiestas, 2008)
-
No estar en condiciones físicas adecuadas
al puesto de trabajo. No tener costumbres sanas, no dormir las
horas adecuadas, incide también en el rendimiento obteniendo
peores resultados. Es un buen momento para cambiar y cuidar
nuestros hábitos, esto nos beneficia tanto en nuestra salud
como en los resultados, lo cual aporta satisfacción.
-
En este sentido, ante
la presión laboral,
autoinducida o no, muchas
veces hace que personas que tienen indisposiciones, gripes,
lesiones musculares u otras, vayan a trabajar dando una mala
imagen de la Compañía a sus clientes, así como una falta de
respeto a ellos. ¿A quién le agrada ver cómo te atiende un
empleado febril que no para de toser?
-
Las malas relaciones con otros empleados
puede desmotivarnos hasta el extremo de querer dejar incluso
un excelente puesto de trabajo. Aprender a tratar con los
demás, sobre todo con las personas más conflictivas es una
buena oportunidad que nos va a servir también en otros ámbitos
a lo largo de nuestra vida.
¡Nosotros elegimos!
Nuevo Management propone el conocimiento
científico para actuar preventivamente, teniendo mejor base a la
hora de tomar decisiones y ventajas en nuestras actuaciones. Esto,
junto con el aprendizaje y las actitudes, nos ayudará a obtener
mayor disfrute en lo que hagamos.
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