Siguiendo con la saga de artículos que tratan acerca de la autorresponsabilidad en diferentes ámbitos, publicados aquí por Javier Marzal, es conveniente incidir sobre la autorresponsabilidad personal, cualidad valiosa que merece ser explicada en un capítulo más por formar parte la multidimensionalidad del Nuevo Management: persona, empresa y sociedad.

La autorresponsabilidad personal es una cualidad no innata, que se fragua a medida que las personas obtienen la comprensión abierta y flexible de diversos aspectos principales sobre el mundo, sobre los demás y sobre sí mismos, así como éstos se interrelacionan entre sí (visión sistémica). Si se produce esta comprensión, el individuo da el siguiente paso que es darse cuenta de que no es ajeno  a todo lo que acontece a su alrededor y a sí mismo, sino que participa de forma implícita o explícita en que las cosas sean como son.  Siendo así, también interviene su preparación mental, su autoconcepto sobre si es capaz de hacer determinadas cosas o estar abierto al mundo de las posibilidades y considerar que puede potenciar sus capacidades para hacer cualquier cosa que se proponga.

La autorresponsabilidad personal actúa en dos vertientes:

• Una es la mejora personal, que se da aprendiendo conocimientos psicosociales y también mediante  la experiencia propia o ajena. Es aprendizaje continuo. En el caso de la autorresponsabilidad personal profesional el aprendizaje incluiría conocimiento técnico o específico para el desarrollo de la actividad profesional. En esta vertiente se adquieren los recursos mentales y técnicos para la propia realización como individuos.

• Otra es la de emplear los recursos adquiridos y, en este sentido la autorresponsabilidad conduce a que la persona transcienda sus intereses más egocéntricos y adquiera por antonomasia el interés de ser útil a otros individuos o colectivos. Cuanta mayor madurez se alcanza con la autorresponsabilidad mayor es el interés de servicio y participación en el cambio para el mayor progreso de la humanidad. La autorresponsabilidad personal también favorece la productividad profesional, sea como sea el tipo de organización para la que trabaje o empresa que emprenda. (Véase la saga de artículos publicados aquí sobre “Autorresponsabilidad profesional”).

Debido a que el sistema educativo carece de los contenidos necesarios para una correcta formación psicosocial y de mejora personal, generalmente éstos se obtienen de forma autodidacta. Por otro lado, el sistema de vida y costumbres adquiridas heredados por el tipo de organización de la sociedad (stablishment y masas) actúan negando la autorresponsabilidad para que en su lugar sean otros, presentes de forma implícita o explícita, los que conduzcan las riendas de nuestra vida o motivaciones y actitudes personales, tendiendo a que la mayoría tenga más motivaciones extrínsecas que intrínsecas o actitudes inadecuadas que conllevan a un ficticio bienestar que tarde o temprano se manifiesta en un quiebre vital o, por lo menos, en redundar en la disonancia cognitiva.

La autorresponsabilidad no es una disciplina de autoexigencia puesto que ésta última contiene un ingrediente de exceso en los límites personales que conllevan a la ansiedad o a la obligación. La autorresponsabilidad personal implica el cuidado mental y físico, así como la construcción de relaciones sanas de interdependencia, tanto en sus relaciones de ámbito privado como profesionales.

La autorresponsabilidad personal forma parte de un estilo de vida acorde a los requerimientos de la actual Era de la información. Las personas que aportan innovación y creatividad, los emprendedores sociales, las personas con talento, aquellas que, en definitiva, son actores del cambio individual y colectivo, son autorresponsables. Mejoran la productividad, el progreso social y obtienen  bienestar pues alcanzan una mayor coherencia entre su pensamiento y sus acciones.

La autorresponsabilidad personal contribuye a la mejora personal y del sector social  formando parte de las cualidades que Nuevo Management considera valiosas y acordes con la actual Era de  la información para el progreso de la humanidad.