No estamos solos, estamos abocados a entendernos con otras
personas. Sin embargo, se dan muchas situaciones y casos, tanto en
el ámbito profesional como en el personal, en que no es fácil
hacerlo aunque no tengamos más remedio.
Podemos decir que algunas personas tienen un comportamiento
anómalo y ni siquiera se dan cuenta de ello, pero en otros casos
la persona no es inocente de sus acciones, palabras, o actitudes
que van encaminadas a causar daño. Nos topamos con la mala salud
mental de otros con demasiada frecuencia y nos puede complicar la
vida. Muchas de estas personas enfermizas no son detectables a
primera vista, pues son astutas manipuladoras que se valen de
ardides para disimular su retorcimiento mental.
Entre sus características citaré algunas: Suelen negar sus
acciones manipuladoras, pretendiendo no comprender lo que se les
diga al respecto e incluso culpan a los demás de que son demasiado
susceptibles, o de que tergiversan sus acciones. Se obsesionan con
las pertenencias o invaden la intimidad. Suelen mostrarse amables
y educados en público y en privado son sarcásticos e irónicos. Son
celosos y posesivos. Saben engañar a los demás y a sí mismos. Son
muy inseguros aunque lo intenten disimular. Necesitan controlar a
los demás. Intentan alejarte de quienes te rodean (física o
emocionalmente) o a los que te rodean los alejan de ti. Intentan
destruir tu imagen pública, critican o difunden rumores y también
pueden dañar la autoimagen
y el aprecio que uno tenga de sí mismo.
Desde niña he obtenido excelentes resultados en aquello que me he
propuesto. He tenido notas brillantes y he destacado en el
desempeño profesional. Soy superdotada y esto contribuye a que me
resulte más fácil que a la mayoría comprender aspectos complejos o
aprender aquello que me interesa. Hoy en día puedo decir que me
satisface enormemente tener esta cualidad, sin embargo no ha sido
fácil que mi entorno lo aceptara. Me he topado con muchas personas
que me ponían trabas. Al principio y aparentemente, pensaba que
eran personas envidiosas. - La envidia es un sentimiento que
produce desdicha por no tener lo que otro tiene, sea bienes o
cualidades.- Pero en el terreno profesional, tuve experiencias con
ciertas relaciones profesionales por las que me daba cuenta que a
la envidia se añadían comportamientos y acciones obsesivas y
negativas para perjudicarme. Conductas controladoras de compañeros
y de jefes, comentarios
mordaces, trampas incluso para hacerme errar, me robaron ideas de
la forma más sutil, entre otras cosas. De no ser por estas
personas, con seguridad, mi productividad habría sido mayor aún y
también habría tenido menos estrés. Lo mejor que se puede hacer en
el campo profesional para combatir este tipo de trabas, a nivel
individual, es centrarse en
la tarea y no en la persona.
La
OMS afirma que la mayor parte de las enfermedades del siglo
21 van a ser mentales; este crecimiento de los trastornos mentales
está aumentando el absentismo laboral lo que disminuye la
productividad. Por tanto, debe ser un asunto en que las empresas
deben prestar atención.
Como dijo Peter Drucker: las
empresas no pueden prosperar en sociedades enfermas.
En el ámbito personal también me he encontrado con este tipo de
personas. En este ámbito, la mejor manera de contrarrestar el
efecto de personas que pretenden un daño se consigue alejándose de
ellas, si no se quiere empezar a pensar igual que piensa el
enfermizo para compensar sus acciones, o se es masoquista. Mis
experiencias fomentaron mis deseos de profundizar en el
conocimiento de la mente y psicología humanas para saber resolver
estos asuntos y ayudar a otras personas.
En cuanto a la influencia de las relaciones en nuestros
resultados, hoy en día muchas personas o entidades utilizan el
conocimiento científico acerca de la mente para emplearlo en la
ingeniería social o manipulación de masas: anuncios publicitarios,
políticos, programas de ocio, informativos,
etc. conociéndonos mejor
generalmente de lo que uno se conoce a sí mismo, e inculcándonos
conductas o patrones de comportamiento determinados que obedecen a
intereses de otros, con
presencia implícita o explícita de éstos.
Por último, es aconsejable que las personas se informen e
instruyan de cómo adquirir suficientes recursos para terminar
relaciones con conductas o patrones negativos y puedan construir o
disfrutar de relaciones sanas.
Una forma sana de relacionarse con los demás y con uno
mismo forma parte de la construcción de sociedades sanas y de las
cualidades que
Nuevo Management
considera valiosas y acordes con la actual Era de
la información para el progreso de la humanidad.