La forma en que vivimos hoy, por el desarrollo en la historia
tanto de las ideas, que son las que más cambios han producido,
viene dada por la materialización de las mismas y su extensión al
resto de la sociedad. Sin embargo, todavía queda mucho camino por
recorrer para conseguir, sobre todo sociedades más justas para
todos.
Reflexionando hace mucho tiempo sobre cómo y en qué cambios cabe
incidir para el progreso de la humanidad, tropiezo una y otra vez
con que es necesario eliminar muchas cosas a la par que se
construyen otras. Casi es más importante derruir algunos cimientos
antes de seguir construyendo otros nuevos.
Sobre todo, teniendo en cuenta el desastre de las consecuencias
que tiene el mal uso del poder, los abusivos sistemas que
proporcionan privilegios a la clase gobernadora frente a la
indefensión de muchos humanos que, aunque sean amparados por una
lista de derechos, en la práctica dichos derechos no son
respetados. El mundo socioeconómico queda fraccionado y divido en
diversas partes: desde las más desarrolladas hasta las menos
desarrolladas en base a la economía, y a la vez suele coincidir
que los más desarrollados son quienes más respetan los derechos de
las personas.
Los problemas sociales y la inestabilidad política se suceden en
la mayor parte de los países y esto significa que no tenemos
sistemas correctos de gestión. Que no funcionan, este es el hecho.
¿Son los sistemas los que fallan o son las personas que los
gobiernan?
Una respuesta posible es que las personas que gobiernan fallan
porque falla el sistema. Se da la corrupción porque el sistema lo
permite. Se muere de hambre porque el sistema está mal concebido.
Hay guerras por lo mismo. Hay delincuencia por lo mismo.
Demasiados fallos del sistema que al final redundan en que existan
muchos problemas sociales y psicológicos, generando sociedades
enfermas y agresivas a la par que injustas.
Por otro lado, sigo reflexionando, el avance de la tecnología nos
lleva a que el ser humano cada vez pueda disfrutar más de su
tiempo. Gracias a la tecnología tenemos muchas ventajas que hacen
más fácil nuestra vida cotidiana. La revolución que ha ocasionado
internet en el mundo de las comunicaciones ya ni la menciono, pues
es evidente hoy en día. Pero retrocediendo un poquito, pues mi
edad me permite hacerlo, he convivido en épocas en que no todo el
mundo tenía una lavadora, una Televisión, un teléfono, o una
nevera, por citar algunos electrodomésticos, que han liberado de
esfuerzo físico y de tiempo a todas las familias, también a las
monoparentales.
En las empresas, recuerdo cuando se enviaban mensajes mediante la
grabación de una cinta agujereada que se trasmitía por telefax, o
escribir en una máquina poniendo papel de calco entre sus hojas
para hacer copias. Y conste que de esto no hace tantos años.
Estoy a favor de la tecnología, al cien por cien. Los avances
científicos en el terreno de la salud, nos permiten tener una vida
más sana. Y sigo pensando y solamente veo ventajas y ventajas en
un mundo donde impere la evolución e innovación tecnológica porque
es la que no falla al ser humano, es la que lo beneficia en todas
sus áreas.
Por ello, y muchos otros aspectos que no menciono por no alargarme
ya que todos conocemos, ya hay suficiente conocimiento para
desarrollar sistemas de gobierno que sean tecnológicos y no
humanos. Es más fácil crear sistemas de control tecnológico sobre
la tecnología desarrollada que no sobre los gobiernos de personas
que justifican sus malas prácticas y acciones. Ya sabemos que el
mundo es complejo y cambiante, pero el rigor que puede tener una
máquina, su eficacia y efectividad, aunque haya sido creada por
humanos, es mucho mayor que la de muchos humanos. Las decisiones
de las personas están influenciadas por muchos aspectos que hacen
que la neutralidad u objetividad de sus decisiones puedan quedar
en entredicho. No sucede lo mismo con sistemas inteligentes
tecnológicos.
En la robótica, precisamente el escollo mayor es como conseguir
generar en las máquinas emociones y sentidos que las
retroalimenten. Pero a veces, podría ser una ventaja crear una
máquina que carezca del ansia de fastidiar al prójimo, o de que
piense más en satisfacer sus caprichos que en respetar a los
demás. O que calcule los presupuestos pensando en quedarse una
buena parte del dinero público para sus fines personales. El
cálculo en las máquinas no produce este error.
La cuarta Revolución apuesto porque sea la del mejor gobierno
gracias a la Tecnología, ejerciendo las decisiones y velando por
un sistema en el que
se cumpla la ley para eliminar las decisiones tan arbitrarias que
se dan hoy en día por sus gobernantes.
Reconceptualizando, revisando y cambiando la inercia para alinear
los intereses de las personas, las empresas y la sociedad;
centrándonos en las personas para que
puedan crear,
consultar, utilizar la información y el conocimiento forma parte
de los aspectos fundamentales que
Nuevo Management considera valiosos y acordes con la
actual Era de la
información para el progreso de la humanidad.