La banca abusa de la ignorancia generalizada sobre materia
económico-financiera de la población. La banca que ha creado cada
vez más productos de inversión que aumentan la complejidad de
comprensión: hipotecas inversas, hedge found, productos de
seguros, comisiones diversas, gastos, rendimientos y un largo
etcétera.
Estos productos varían dependiendo de la entidad bancaria. Y si el
consumidor consulta a un agente de banca con la finalidad de
invertir, en general, lo primero que le ocurre es que duda de si
ha comprendido todo lo que le han contado y si el agente es de
fiar. Desgraciadamente hay que desconfiar, pues no suelen contar
los efectos adversos sino solamente lo más ventajoso y, a veces,
solamente si se pregunta.
¿Acaso es la banca un sector protegido por los gobiernos y las
instituciones internacionales, más de lo que los gobiernos cuidan
a la población de no caer en fraudes y abusos? Pues la respuesta
es un SI rotundo.
Estamos llegando a un punto, en que si bien es necesario que las
personas estén cada vez más preparadas, algunos profesionales
están muy bien aleccionados para el engaño con tal de alcanzar sus
metas u objetivos profesionales. Aleccionados por la propia
empresa, que presiona al empleado con objetivos muy ambiciosos y
poco realistas en algunos casos. O mirando a otro sitio, cuando
uno de sus empleados se salta las normas a cambio de obtener un
contrato suculento.
¿Está la Justicia contribuyendo a evitar estos abusos aplicando la
Ley? La respuesta es que habitualmente NO. Prueba de ello es que
cada vez hay más delitos económicos impunes.
¿Están las empresas controlando a sus empleados de malas prácticas
para alcanzar sus objetivos? El Departamento de Recursos Humanos
sería quien actualmente se ocupa de la aplicación de normas y
controles sobre la manera de actuar profesionalmente. Algunas
tienen un código ético incluso. Sin embargo, son los propios
departamentos de Recursos Humanos quienes confeccionan contratos
temporales fraudulentos, cambiando por ejemplo la denominación del
puesto, aunque el empleado siga haciendo y cobrando lo mismo, con
la idea de seguir manteniendo un contrato temporal cuando le
correspondería hacer un contrato fijo por haber agotado el número
de contratos temporales con ese empleado. Y esto lo hacen empresas
cuyos productos tienen mucho prestigio, no vayamos a pensar que lo
hace una empresa con problemas financieros únicamente.
Existe la doble moral: la oficialmente “buena” que es la que nos
hacen ver. Pero la visión instrumentalizada para hacer mal uso,
la aprendemos a base de vernos en un problema.
¿La solución es denunciar? Denunciando no se impide que el delito
se siga cometiendo, como todos sabemos, debido a la pericia y a la
instrumentalización de las propias leyes. Por supuesto, aun así,
habría que denunciar el hecho delictivo. Pero, no se hagan muchas
ilusiones, porque a lo mejor, el que contrata para que le defienda
también tiene un interés espurio y le engaña.
Ante una sociedad con tantos profesionales corruptos
-representantes de la decadencia- no nos queda más remedio que
aprender, leer muy bien la letra pequeña de los contratos,
preguntar siempre los efectos secundarios de lo que nos ofrezcan,
informarse muy bien de nuestros derechos. Consultar antes de
decidir a asociaciones que se ocupan de ofrecer una correcta
información -representantes
de la sociedad emergente- y apoyar a aquellos movimientos
constituidos por personas, que en muchas ocasiones han sido
previamente víctimas, y que están dispuestos a cambiar la
sociedad.
Ante esta situación de decadencia por el abuso generalizado, en
los últimos años está habiendo una reacción,
proliferando los códigos de
buenas prácticas, éticos, etcétera, entre los que se incluyen
organizaciones de normalización de empresas que se alejan del
referido abuso, comprometiéndose a respetar estrictas normas. Toda
esta reacción lo que persigue es
tener una economía sostenible para construir sociedades
justas.
Reconceptualizando,
revisando y cambiando la inercia para alinear los intereses de las
personas, las empresas y la sociedad; centrándonos en las personas
para que puedan crear,
consultar, utilizar la información y el conocimiento. Los códigos
éticos y de buenas prácticas, la economía sostenible y la justicia
social forman parte de los principios y aspectos fundamentales que
Nuevo Management considera valiosos y
acordes con la actual Era de
la información para el progreso de la humanidad.