Aunque las empresas son un motor económico, tienen que acatar las
normas creadas por el Estado al que pertenecen y, en muchos casos,
estas normas no favorecen ni a la empresa ni a sus empleados.
Los jóvenes y los mayores
son las franjas de población más desocupadas.
Estamos en una especie de bucle del que hay que salir. Los países
llamados democráticos eligen gobierno cada cuatro años,
generalmente. Utilizan la vigencia de su mandato para administrar
y generar las condiciones acordes a su partido. El descontento
hace migrar votos hacia otros partidos en las siguientes
elecciones. Si a los cuatro años cambia el gobierno, los que
lleguen a ocuparlo realizan los cambios a corto plazo para adaptar
el sistema nuevamente a su programa de partido. Los cambios que
más se aprecian son aquellos que tienen que ver con la ideología
del partido gobernante. Pero los problemas más acuciantes para la
sociedad son tratados superficialmente, si son tratados. Hay que
salir de este bucle.
El aspecto socioeconómico de un país es el más importante para el
progreso, sin embargo dicho aspecto no es el que más parece
importar al gobierno. O son incompetentes, o no les importa lo
suficiente preocupándose más de acceder al negocio político para
blindar su futuro económico personal. “Es
evidente que el negocio político es incompatible con los intereses
generales y con el progreso” (Javier Marzal). La sociedad se
manifiesta ante problemas que claman justicia, cuando debería ser,
teóricamente, el gobierno quien vaya por delante para ajustar y
aplicar las leyes.
Esto demuestra que el sistema no funciona, por unas y otras
razones el sistema no aborda eficazmente los problemas de la
sociedad. Pero mientras están gobernando, muchos colectivos
incrementan sus problemas. De forma que la incidencia en el
bienestar de la sociedad es más negativa que encaminada hacia el
progreso.
Los jóvenes no tienen un futuro esperanzador. Tienen muchos
obstáculos para disponer de una economía que les permita
desarrollar un futuro de independencia y construcción de un
sustento. Los jóvenes de hoy vivirán peor que su generación
anterior. Hasta ahora el papel del trabajo era el eje nuclear
que permitía la construcción de una autonomía laboral y
personal en la sociedad; sin embargo, los jóvenes no pueden
basarse en esta premisa encontrando una gran contradicción que
deben sortear para la construcción de su futuro. ¿Alguien está
pensando en ello? Muchos han pensado en ello, y las soluciones
están desarrolladas desde hace décadas, por ejemplo, Peter Drucker
desde la década de 1970. Los gobiernos y los organismos
internaciones disponen de toda la información y asesoramiento para
aplicar soluciones, pero las soluciones no se llevan a cabo por
incompatibilidad con los intereses de los políticos.
Se consideraba que los factores extrínsecos que incidían en la
falta de empleo entre los jóvenes correspondían a los que
pertenecían a familias con niveles socio-ocupaciones bajos,
mientras que los factores intrínsecos relacionados con la
capacitación o la forma de ser se correspondían con jóvenes
pertenecientes a familias con niveles socio-ocupaciones altos.
Aunque es evidente que la falta de capacitación o cualidades
personales puede incidir en la falta de empleo, hoy son los
factores extrínsecos los que predominan en la escasez de trabajo
entre jóvenes, en consecuencia produciendo un incremento en la
victimización en ellos.
Los jóvenes buscan empleo, se van a otros países, algunos son
emprendedores, otros, la gran mayoría, viven con contratos
temporales y sueldos que no les permiten ser independientes,
teniendo que estar conviviendo con su padres hasta edades maduras.
Los jóvenes son los grandes perjudicados, son los que deben
presionar a los gobiernos y a la sociedad para que se produzcan
los cambios que mejoren sus condiciones. ¿Nos extraña que muchos
jóvenes sean antisistema?
El mundo empresarial se encuentra con un marco legal que crea
estos problemas e impide que las empresas puedan resolverlo.
Reconceptualizando, revisando y cambiando la inercia para alinear
los intereses de las personas, las empresas y la sociedad;
centrándonos en las personas para que
puedan crear,
consultar, utilizar la información y el conocimiento. Los códigos
éticos y de buenas prácticas, la economía sostenible y la justicia
social forman parte de los principios y aspectos fundamentales que
Nuevo Management
considera valiosos y acordes con la actual Era de
la información para el progreso de la humanidad.