Actualmente nos encontramos dos tipos de discursos básicos: a) El que sostienen las instituciones de los países que, como el perro que no suelta su hueso, procura mantener un sistema injusto y decadente. b) El que sostiene la sociedad para mejorar sus condiciones creando un mundo emergente, limitado por el sistema decadente.

Son muchos los artículos, durante más de una década,  en los que hemos mencionado y argumentado  la necesidad del cambio, no solamente en el ámbito empresarial u organizacional sino también en la sociedad y las personas, pues lo hemos argumentado de una forma sistémica buscando un nivel intelectual comprensible para la mayoría. De hecho, este sitio web está dedicado al cambio necesario para acometer la actual Era de la información.

Por un lado, las trabas a las que se somete a la población ante cualquier solicitud de rectificación de prácticas fraudulentas o criminales; las presiones fiscales a una mayoría; el ejercicio del poder de una minoría sobre una mayoría para beneficio de esa minoría; los malos resultados del sistema que se traducen en que las nuevas generaciones viven peor que las generaciones que les preceden, la acumulación de riqueza en unos pocos, pues el 50% de la riqueza se acumula en el 1% de la población; el enchufismo; la impunidad de la justicia solamente para la clase política o algunos “elegidos”; la manipulación sobre la información dada a la población por parte de los medios de comunicación, que muchos se prestan a los deseos del gobierno o son partidistas; en general la radicalización de ideas: religiosas, socioeconómicas, nacionalistas, políticas, etc;  el peso que sostiene el mundo empresarial, que suele responsabilizarse de la corrección de la formación académica dando nueva formación o formación específica que aumenta la preparación profesional, que además promueve el crecimiento económico y que es quien más sufre, muchas veces en silencio, la incompetencia de quienes no apoyan su desarrollo poniendo trabas a su inversión o innovación.

Existe un largo bla, bla, bla, que no vamos a desarrollar en este artículo, pero que todos conocemos, pues lo vivimos en nuestra carne o en la de quienes nos rodean.

Era de esperar que tanta frivolidad de poder de paso a la disidencia y a la rebeldía que está utilizando el mundo emergente hasta que pueda intervenir para cambiar el sistema decadente. La actualidad lo pone de manifiesto, sin embargo, la violencia social proviene del abuso institucional (“violencia que ejerce el estado” Foro social mundial, 2001) de su manipulación, de haber creado una juventud diseñada para obedecer al poder mediante ingeniería social. Esta juventud indoctrinada, por un lado, y mermada de posibilidades por otro, está reaccionando violentamente. Esta juventud se pelea entre ella misma, dependiendo de cómo se haya formado, que básicamente representa los dos tipos de discurso que hemos mencionado en el primer párrafo.

No obstante lo anterior, la violencia la ejerce no solamente la juventud, sino muchas personas adultas: jubilados, personas en exclusión social, desahuciados, etc. Todo ello repercute en el resto de personas, unas huyen de la violencia de la guerra, de la pobreza, del hambre, emigrando a países donde encontrar otras posibilidades, influye también en las empresas , pues la afectación de la sociedad se traduce en enfermedades que repercuten en una baja productividad y en pérdidas económicas.

No es conveniente negar los cambios, pues al hacerlo nacen las revoluciones que son una manera más destructiva de conseguirlos.

Nuevo Management contribuye a producir los cambios en la sociedad, las organizaciones y las personas, construyendo un futuro acorde a la actual Era, también llamada del conocimiento. Reconceptualizando, revisando y cambiando la inercia para alinear los intereses de las personas, las empresas y la sociedad; centrándonos en las personas para que puedan crear, consultar, utilizar la información y el conocimiento, que Nuevo Management considera fundamentales, valiosos y acordes con la actual Era de  la información para el progreso de la humanidad.