Contexto
sociocultural y de las organizaciones
Carmen
Fiestas
y Javier Marzal,
1-03-2008. Artículo
en PDF
Cosmovisión
sistémica, constante del cambio, posibilidades y exigencia impiden que
podamos seguir haciendo lo mismo, desplazando el foco del "cómo
hacer", típico de las organizaciones, al "qué hacer"
típico de los innovadores, éste es el nuevo reto directivo.
La
percepción del universo, del ser humano, de la sociedad y de uno mismo,
forma la base del pensamiento de cada persona, y éste proporciona más
o menos posibilidades.
La
transición de la Era industrial a la Era de la información, está
suponiendo un cambio al primer paradigma en la historia que reconoce la
complejidad -paradigma sistémico (perspectiva holística)-, generando
incertidumbre y confusión en todos los ámbitos.
Además,
el entorno es crecientemente complejo, dinámico y exigente, lo que
aumenta las posibilidades, disminuyendo el ciclo de vida de nuestras
asunciones y supuestos básicos; teoría, plan y modelo de empresa y de
negocio; estrategias y planes de acción; conocimientos y técnicas;
procesos y prácticas; productos (bienes y servicios).
Los
expertos culturales, científicos, sociales y empresariales dicen que
nuestros abuelos tenían como mucho un cambio de paradigma en sus vidas,
mientras nosotros vamos a tener 7 u 8 cambios a lo largo de nuestra vida
profesional, por ello es necesaria la capacidad de aprender a aprender,
el aprendizaje continuo y no depender del conocimiento sistematizado del
pasado.
Por
ello, la claridad, apertura y flexibilidad mentales, la confianza y la
tolerancia a la incertidumbre, la capacidad, así como la efectividad en
las relaciones, son las características básicas necesarias para
afrontar los retos actuales, para obtener ventajas competitivas y evitar
desventajas comparativas, para ser altamente productivo y estar
satisfecho con las consecuencias y resultados de nuestra actividad
profesional.
Los
directivos disponen de herramientas y técnicas organizacionales,
creadas para resolver el "cómo hacer" cuando el "qué
hacer" está implícito en la inercia del negocio. El aumento de
posibilidades y la mayor exigencia del mercado acortan el ciclo de vida
del "qué hacer" que fue establecido por el fundador de la
empresa y que, generalmente, sólo ha recibido pequeñas modificaciones
desde entonces.
Las
personas con una adecuada preparación psicosocial profesional son más
efectivas, individual y colectivamente, lo cual les permite que puedan
cuestionarse la vigencia de la teoría y plan de negocio existentes
-bases del “qué hacer”-, otras alternativas; también saben cómo relacionarse para conseguir
resultados.
El
principal reto de las organizaciones de hoy, consiste en “qué
hacer” para conseguir los cambios o transformaciones necesarios, acometiendo con éxito la complejidad y convertirla en
oportunidad.
Por eso, el foco de atención reside en el valor de las personas que
forman parte de la organización, porque son ellas las que pueden tomar
las decisiones para obtener los mejores resultados de forma sostenida.
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