¿Por
qué ya no sirve el management?
Reflexiones
www.Javier Marzal.com,
1-01-2008.
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¿Por
qué Nuevo Management?
Porque
los supuestos básicos del management ya no se ajustan a la realidad
actual: creciente dinamismo, diversidad cultural y pluralidad social; y sus intentos de adaptación sólo son parches que no han funcionado.
Entre
otras cosas, no contempla la innovación que origina las grandes empresas, ni
el cambio continuo necesario, al menos, para adaptarse a la exigencia de
un dinamismo medio y creciente como el actual.
Entonces,
¿desaparecerán las grandes empresas?
Ya
lo están haciendo, más del 90% de las mayores empresas estadounidenses
de 1950 ya no existían en 2000. Pero eso no es conveniente para la
sociedad, y Nuevo
Management propone formas para que las empresas consolidadas puedan
aportar lo que el mercado exige: innovación.
¿Pueden
innovar las empresas consolidadas?
Hasta
finales del siglo 20, el mercado financiero exigía a las empresas
cotizadas previsibilidad y a sus ejecutivos confiabilidad. Estas dos
condiciones conllevan personas centradas en modelos y reglas, en explotar los
planes de negocio existentes, en dejar que la inercia haga las cosas y
no deja espacio para los innovadores, aquellos que cambian las reglas. Sus
estructuras sólo las pueden conducir al declive, por falta
de innovación. Pero Nuevo Management propone soluciones suficientemente
probadas para resolver esta aparente paradoja. Aquellos que dicen que el
management contiene la innovación, la confunden con el incrementalismo
(más de lo mismo, pero mejor). Management son modelos y reglas del
pasado, mientras la innovación es crear nuevos modelos y reglas, son
opuestos, por eso los innovadores no encajan con los directivos, y
viceversa; representan dos mundos totalmente diferentes, el pasado y el
presente, la previsibilidad y la incertidumbre.
¿Desaparecerán
las instituciones de la Era industrial?
Las
escuelas de negocio y las consultoras nacieron en la última década del
siglo 19, como consecuencia de la aparición de las corporaciones
algunos
años antes, originadas por la segunda revolución industrial. Su
modelo de negocio y propuesta, se dirigen a crear reglas y
desarrollarlas, es decir, lo contrario a la innovación. La consultoría
ya está desapareciendo, siendo reemplazada por proyectos de
implantación y outsourcing. En cuanto a las escuelas de negocio,
probablemente, acabarán siendo un departamento más de las
universidades. Es importante señalar tres aspectos: (1) culturalmente,
estas instituciones representan la industrialización, uniformar a las
personas, contrario a los valores actuales que son la singularidad y la
diversidad cultural; (2) la mayoría de estas
instituciones han fracasado en sus incubadoras por no comprender la
innovación; (3) las empresas cuando nacen, cuando son excepcionales, no
recurren a estas instituciones.
¿Desaparecerán
los directivos?
Sin
ninguna duda sí, igual que desaparecieron, hace siglos, las monarquías
absolutas. La cuestión es saber cuándo y cómo, aunque ya se está
realizando la transición en las empresas y en las sociedades. La actual
cultura ha rechazado la autoridad y la jerarquía, sustituyéndolas por el
autogobierno y los equipos de trabajo;
además, los directivos no tienen credibilidad social, ni con sus
propios subordinados, ni en los mercados financieros. Cada vez hay más personas que saben que el
Estado y la empresa ya no se hacen responsables de ellos. Los
gobernantes y directivos son consecuencia del poder -considerado
ilegítimo- y de las creencias en dioses, supermanes y genios, mitos que
tampoco forman parte de la cultura actual. En cuanto al liderazgo, no
existen directivos que sean líderes, son incompatibles. La sociedad
seguirá descentralizándose hasta que se organice en equipos de trabajo
autodirigidos e interdependientes.
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