Crisis de 2007: El ocaso
del poder burocrático
Los dirigentes
burocráticos nos han conducido a la crisis más profunda de la historia.
Drucker escribió que estamos en la Era de la discontinuidad y ello
implica la subordinación de los burócratas a la innovación.
Los diferentes dirigentes culturales, económicos, políticos y sociales
han llevado el sistema a una situación insostenible. Ello es debido a
que tienen una mentalidad burocrática cuya prioridad consiste en
conservar lo heredado, misión incompatible con la innovación sustancial.
Una de las principales características del siglo 20 ha sido el ascenso
del sector público y su intromisión en la vida privada, tanto a través
de la educación como de las leyes y, además, mediante una creciente
voracidad impositiva que hace que la mayoría de la población no pueda
tener la vida digna que es un derecho fundamental según las
legislaciones actuales de los países occidentales. Esto mismo puede
aplicarse con pequeñas adaptaciones al entorno de las grandes empresas y
sus dirigentes.
Drucker advirtió que, con la Segunda Revolución Industrial (hacia 1870)
aparecieron las corporaciones en la forma actual. Para dirigirlas
aparecen unos nuevos profesionales: los empresarios y directivos
actuales que tienen, como los dirigentes políticos y sociales, un perfil
burocrático. Numerosos autores han mencionado la corrupción de los
empresarios que actúan como mafias para que las personas que accedan a
las cúpulas de las mayores empresas acepten la corrupción establecida.
Situación similar a la que ocurre en los partidos políticos.
Como afirmé en mi artículo sobre los talentos múltiples de 2009, la
mentalidad burocrática es incompatible con la mentalidad y con la
emprendeduría innovadoras, igual que generalmente la mentalidad
innovadora es incompatible con la actividad burocrática; ambas funciones
son necesarias, a nivel organizacional y social, pero incompatibles. Las
excepciones son mínimas, no suelen llegar a las cúpulas empresariales y
suelen crear sus propios negocios.
En aquel artículo propuse un nuevo modelo organizacional, empresarial y
social que consiste en mezclar en las cúpulas personas con mentalidad
innovadora, burocrática y tecnocrática, según las necesidades sociales,
sectoriales y organizacionales de cada momento, así como separar los
procesos y recursos, incluidas las personas de la actividad heredada de
los proyectos de cambio.
La actividad heredada debe ser realizada por el personal típico de las
administraciones públicas y de las grandes empresas, incluyendo los
dirigentes actuales, mientras los proyectos de cambio deben ser
movilizados por personas con diferentes tipos de talento y aplicando las
nuevas ideas relacionadas con el management y los recursos humanos:
globalización descentralizada (término que acuñé en mi libro sobre el
talento de 2008), gestión del talento, crecimiento personal y
profesional (Personal Building, término que acuñé en el mismo libro y
anteriormente en otros trabajos), equipos de trabajo de alto
rendimiento, empowerment, etc.
La mayoría de los grandes innovadores lo han sido porque han sabido
crear equipos con burócratas o, en pocas ocasiones, porque ellos mismos
también tenían talentos burocráticos. La mayoría de estos emprendedores
innovadores acaban siendo unos burócratas o, simplemente, símbolos
populares (imagen de empresa) de su empresa, pero dejando que otros
tomen las decisiones. Son símbolos convenientes para los mercados. |
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