Equipos de alto
rendimiento
El
requisito para construir equipos de alto rendimiento consiste en juntar
personas que reúnan las suficientes motivaciones, conocimientos y
experiencia.
Un equipo de trabajo de alto rendimiento es aquel equipo orientado a
retos complejos o para alcanzar resultados extraordinarios que es la
característica propia del talento individual.
En las últimas décadas se han realizado
numerosos estudios que han confirmado que una alta motivación es
el único requisito imprescindible para obtener resultados
extraordinarios, a esta característica individual se la denomina
talento. Habitualmente este nivel de motivación conlleva también
capacidad de análisis y perspectivas correctas -visión sistémica-, altos
niveles de confianza, de compromiso, de formalidad, de capacidad de
aprendizaje sobre aquello que no se sabe y se necesita para operar, y,
en general, todas aquellas características personales y recursos
mentales necesarios para el talento.
Además de la motivación es imprescindible
tener unos conocimientos sistémicos, es decir, una información
global e integrada de los aspectos esenciales del asunto a tratar.
Aspectos como su funcionamiento como sistema con sus elementos
principales, sus interrelaciones y dinámicas. Salvo en asuntos muy
especializados, estos conocimientos necesarios son más profundos
-humanos y sociales- y básicos; además, los conocimientos especializados
siempre se pueden obtener de los especialistas.
La experiencia es un tercer factor
que puede proporcionar conocimientos teórico-prácticos generales -como
estrategias y métodos- además de los propios del asunto a tratar,
relaciones útiles, mejor gestión del riesgo y aproximación a la
incertidumbre, sensatez, etc, así como mejorar la confianza, el
compromiso, la orientación al resultado, la integración con la misión
propia o de nuestra organización y otros aspectos que puedan ser
relevantes en algún momento del proceso.
El talento se caracteriza por saltarse o
romper las reglas establecidas porque de lo contrario obtendremos los
resultados previsibles y propios del contexto normativo donde estemos.
Estos cambios pueden ser mínimos y simples en cuyo caso produce
incrementalismo -mejora continua- o cambios sustanciales -radicales- que
originan innovación. Por tanto, el talento se distingue por su
motivación, conocimientos sistémicos y, a veces, experiencia.
Siendo la realidad multidimensional, hay
trabajos muy variados que no motivan globalmente a una sola persona o
que por su complejidad y corto plazo de ejecución hacen que una sola
persona no pueda realizarlos y aquí es donde es necesario construir
equipos de alto rendimiento. Sea para cambiar una estrategia corporativa
u otros grandes cambios, sólo este tipo de equipos puede realizarlos a
tiempo.
Podríamos decir que estos equipos cubren
las carencias de motivación, conocimientos, experiencia y tiempo
disponible de una sola persona. Llevan a cabo lo que uno solo no puede
hacer.
En resumen, podríamos decir que un equipo
de alto rendimiento es un grupo de personas que asumen un reto concreto
de bastante dificultad para alcanzar colectivamente un resultado. Entre
todas estas personas deben tener un nivel alto de las motivaciones,
conocimientos y experiencia requeridas para alcanzar la meta. A medida
que aumenta la complejidad, estos equipos de alto rendimiento sustituyen
la acción individual y, a veces, la jerarquizada. |
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