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Causas del catastrófico desempleo mundial

Javier Marzal, 10-09-2012.       Artículo en PDF

La civilización occidental vuelve a tener un problema de desempleo, originado de nuevo por un cambio hacia una Era (de la información), la especulación de los poderes obsoletos y el temor de las masas.

 

 

Durante la transición desde la Era de la agricultura a la Era industrial, se destruyeron la mayoría de los trabajos agropecuarios y se crearon numerosos empleos industriales en las fábricas y en la comercialización de esos bienes, así como trabajos de servicios, incluyendo los de las administraciones públicas, el sector social y las empresas.

En esta transición desde la Era industrial a la Era de la información, estamos destruyendo la mayor parte de los trabajos industriales porque ya no son necesarios y creando numerosos trabajos relacionados con la gestión de la información, destacando la creación del nuevo mundo virtual, así como la sustitución del mundo material sintético creado durante la anterior Era industrial.

El problema surge cuando los beneficiarios de la inercia: políticos, grandes empresas e instituciones pretenden que no cambien las cosas. En Occidente existen una gran cantidad de organizaciones y personas poco útiles, pero subsidiadas con el dinero de todos.

Estos subsidios distorsionan la economía, perjudicándola, y es injusto que unos paguen en beneficio de otros.

El cambio de necesidades y empleos, limitado por estos subsidios y otros poderosos intereses ilegítimos, está creando una situación insostenible, especialmente en países poco avanzados, como los latinos (europeos y americanos).

Precisamente los principales causantes de este grave problema social que afecta a tantas personas: los políticos acusan, injustamente, a los empresarios de no crear los empleos necesarios, agravando la situación porque algunos contratan excesivamente, perjudicando a sus clientes, trabajadores y accionistas, haciendo economías más insostenibles aún.

La función social de las empresas consiste en proporcionar los bienes y servicios que la sociedad requiere. Para ello, crea la tecnología (ideas, conocimiento y maquinaria) y los empleos necesarios, como instrumento para realizarla.

Las administraciones públicas deben crear las condiciones adecuadas para que las empresas puedan realizar su función social, pero desde hace décadas no lo hacen y este es el grave problema que crea tanto desempleo, siendo excesivamente superior la destrucción de los empleos tradicionales, poco útiles, que la creación de nuevos empleos. Se denomina desempleo institucional al originado por esta disfunción del sector público, este tipo de desempleo ha sido tradicionalmente alto en España y ahora ha alcanzado unos niveles socialmente graves. La mayor complejidad social está siendo especialmente traumática en esta transición eraria, siendo previsible que la situación empeore en la mayoría de los países occidentales, incluyendo España.

Los empresarios y directivos no deben caer en la presión de los políticos y deben continuar eliminando empleos por la mejora de sus procesos y contratando servicios a empresas innovadoras que mejoren su funcionamiento.

En cuanto a los innovadores deben considerar la posibilidad de abandonar estos países y emprender sus ideas en economías más abiertas y receptivas al cambio, llegando a sus países de origen, en su caso, desde el éxito exterior. Lo contrario sería apoyar una corrupción insostenible y no aportar sus innovaciones para el progreso de la humanidad.

 


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