Numerosos autores dividen la Historia en
tres períodos: la Era de la agricultura, la Era industrial y la
actual Era de la información. Esta división deriva de las tres
formas dominantes de actividad profesional que originan tres
mentalidades con diferentes motivaciones.
En la actualidad existe un elevado
porcentaje de personas que mantiene la mentalidad agropecuaria,
muy arraigada al trabajo manual sobre el mundo material natural o
naturaleza. Donde es más habitual esta mentalidad es en el entorno
rural y esta es la principal causa de su falta de desarrollo.
Suelen ser personas altamente individualistas o que sólo son
capaces de trabajar en grupos reducidos, con tareas simples y
completas, en el sentido de que ven el resultado de su trabajo,
por ejemplo, un tomate o la leche que ordeñan de sus vacas. No
suelen comprender la división del trabajo propia de la Era
industrial. Las emergentes ideas de comercio justo promueven la
pobreza que genera esta insostenible mentalidad.
En las ciudades es más numeroso el
colectivo de personas con mentalidad industrial. Prefieren
actividades en las que sólo conozcan y operen en un proceso
concreto, cuyo resultado sea una parte del producto final, sean
bienes o servicios. Este tipo de personas prefieren que les
entrenen para su actividad concreta y que les ordenen lo que
tienen que hacer. Son personas poco flexibles, con poca
iniciativa, con baja motivación profesional, con problemas para
gestionar información, conceptos y lo intangible, así como
trabajar en equipo, conformando la mayoría de las personas
desempleadas, superando a las que tienen mentalidad agropecuaria.
Por último, existe un pequeño grupo,
generalmente en las ciudades, conformado por personas que realizan
actividades más complejas, menos relacionadas con el mundo
material, incluso conformando el tercer mundo: el mundo virtual
que es el primer mundo que no es material y, por tanto, más
próximo a la vida interior, cerebral o intelectual. Generalmente,
sólo las personas que forman este colectivo, están motivadas para
aprender lo que necesiten para progresar humana y
profesionalmente. Mientras los dos grupos anteriores realizan
trabajos manuales, los trabajadores del conocimiento prefieren las
actividades que no son manuales.
El conocimiento psicológico y social, la
apertura y la flexibilidad mentales, la proactividad, la
emprendeduría y la innovación, así como el progreso humano,
económico y social, son propios de este último colectivo.
La educación primaria y la secundaria,
deberían enseñar la existencia de estas tres mentalidades e
impulsar la mentalidad del conocimiento integral que, mediante la
emprendeduría y la innovación, deben sustituir el actual mundo
material sintético y construir un nuevo mundo virtual completo e
integrado con los dos mundos materiales que son los retos de la
Humanidad.
El mundo empresarial debería presionar
para que los textos escolares y los centros educativos vayan en
esta dirección. Pueden incluir preguntas para identificar la
mentalidad dominante en los procesos de selección de personal para
rechazar a aquellos en los que no domine la mentalidad de la Era
de la información.
El trabajo en equipo, la colaboración, la mentalidad del
conocimiento global, la gestión de los conceptos, la construcción
de un mundo material sintético sostenible y de un mundo virtual
integrado con los dos mundos materiales, son principios de la
Nueva Conciencia, del Nuevo Orden Mundial (no conspirativo) y del
Nuevo Management; es
decir, de los modelos de la actual Era de la información.