Europa es la región del
mundo donde es mayor el intervencionismo estatal en la actividad
económica. No sólo los Estados gestionan más de la mitad de la
producción económica, con criterios bastante discutibles, sino que
además, mediante la regulación de los sectores básicos:
financiero, energía y telecomunicaciones, las distinciones
fiscales, regulaciones administrativas, y las numerosas y
crecientes subvenciones, intervienen decisivamente en la mayor
parte de la economía. Recientemente, el sector público de Estados
Unidos y de Japón ha superado el 40 % del PIB.
Por ello, el mayor activo
de numerosas empresas consiste en tener contactos políticos, bien
remunerados, preferiblemente en paraísos fiscales. No es
casualidad que la Unión Europea sea el lugar del mundo con más
paraísos fiscales y donde más dinero negro hay. La única
explicación razonable y cierta la encontramos en los intereses
políticos derivados de este intervencionismo económico. A esta
situación algunos la denominan capitalismo de amigos, aunque es
curioso que la mayor parte del capital de estas economías surge
del sector público (fondos públicos) o del abuso de las grandes
empresas, apoyado por los políticos. Este modelo poco tiene de
capitalismo.
Aunque la mayoría de los
europeos, en sus países, con sus votos apoyan este
intervencionismo y esta economía informal, las economías
occidentales son insostenibles desde hace décadas aunque la
inercia y la falta de competencia las mantienen, pero la pujanza
de las empresas de los mercados emergentes aumenta la presión para
eliminar la insostenibilidad de las economías occidentales.
Durante los últimos años,
estamos asistiendo a la quiebra o a la desaparición de gran parte
de las que fueron las mayores empresas del mundo, todas
occidentales. Durante los últimos años del siglo pasado, la
mayoría de las grandes empresas europeas del sector
automovilístico desaparecieron porque fueron compradas por otras.
Lo mismo sucedió con las americanas, llegando a la quiebra de
General Motors que, durante décadas, fue la mayor empresa del
mundo y tuvo el modelo empresarial más imitado.
Uno de los hechos
principales del siglo 20, tuvo lugar en este sector: en un año de
la década de 1910, la empresa Ford aumentó los salarios de sus
obreros a más del doble. Una medida que se fue extendiendo por
todo el mundo, originando el actual capitalismo popular y haciendo
que la idea del Estado de Bienestar se pudiera llevar a la
práctica en Europa. Ese capitalismo popular o postcapitalismo, se
refiere al hecho de que la mayoría de la población en todos los
países desarrollados, tienen y ganan más dinero que los ricos.
Cabe destacar que el capitalismo ha sido el sistema socioeconómico
que más progreso ha aportado a la Humanidad, pero desapareció
durante el segundo cuarto del siglo 20.
En España, durante 2007,
los consejos de administración de las tres mayores empresas
españolas: BBVA, Santander y Telefónica, cambiaron sus estatutos
para permitir que sus viejos presidentes ejecutivos no tuvieran
que jubilarse y abandonar el cargo. Es público y notorio que estos
consejos de administración hacen lo que ordenan estos presidentes,
igual que las juntas de accionistas.
También es bien conocido y
descrito en numerosos libros empresariales que estos “viejos
carcamales”, en palabras de Tom Peters, impiden la innovación en
las empresas que gobiernan (empresarios) o que dirigen
(directivos), exprimiendo su posicionamiento creado por los
trabajadores anteriores, a los empleados y a los clientes,
sobornando a políticos, destruyendo a sus propias empresas, pero
blindados con indemnizaciones abusivas.
Estos viejos carcamales son
representantes de ese estilo que lleva a las grandes empresas, a
la larga, a su desaparición porque la mayoría de los empleados y
clientes de ellos están descontentos y el intervencionismo
político no es sostenible a largo plazo.
La justicia social, la
equidad, la calidad de servicio, la sostenibilidad, la innovación,
son principios de la Nueva Conciencia, del Nuevo Orden Mundial (no
conspirativo) y del
Nuevo Management;
es decir, de los modelos de la actual Era de la información.