Recientemente he iniciado un proceso de selección de abogados. Se han
inscrito más de 800 candidatos, una cantidad impresionante que se
alcanza rápidamente utilizando los websites de empleo.
La primera información destacable consiste en que más de la mitad de los
candidatos no cumple los requisitos de la oferta de empleo. Hilado
con lo anterior, cabe destacar que más del 90% no han leído la
información aportada en la oferta, incluyendo nuestro website. En
este sentido, muchos de ellos dicen que sólo buscan un empleo.
Menos de un 1% realmente están interesados en la oferta. Eso
significa que más de un 99% me han hecho perder tiempo y yo he
tenido que dedicar más tiempo a cada uno de ellos que ellos a mí
lo que me parece lamentable y un reflejo del mercado laboral
español, donde la improductiva cultura laboral parte de la falta
de respeto hacia el empleador que, a menudo, se convierte en odio.
La decadente cultura española ha eliminado el principal hecho
socioeconómico que consiste en que las organizaciones privadas,
empresariales y sociales, son las que proporcionan el nivel de
vida de la mayoría, aportando los impuestos, salarios, bienes y
servicios que nos hacen vivir en un país rico. A pesar de ello,
las instituciones traban la iniciativa privada, que puede mejorar
el sistema, para mantener los privilegios de los beneficiados a
costa de perjudicar a la mayoría.
La falacia de que las generaciones actuales están más preparadas se debe a
que interesa a La Casta difundir esta mentira, para evitar una
revuelta social como reacción a la creciente injusticia social.
También interesa difundir esta falacia al fracasado sistema
educativo que, carente de autocrítica, habla del fracaso escolar,
echando la culpa a los escolares, en lugar de hablar del fracaso
del sistema escolar que desmotiva a los escolares, eliminando su
natural inquietud por aprender, además de no prepararles ni para
vivir ni para trabajar. Por último interesa difundir la falacia a
los medios de comunicación que se benefician de estar al servicio
de La Casta por el apoyo popular recibido con la cantidad de
votantes que éstos han tenido hasta ahora.
Los políticos de La Casta y los
grandes sindicatos (CC.OO. y UGT) han hecho creer que existe un
Estado de Bienestar, donde todos tenemos derechos sin
obligaciones. La extendida promesa electoral del imposible pleno
empleo, junto con la abundancia de dinero de los últimos años y la
idea falsa de la superior preparación de las nuevas
generaciones, ha hecho creer a los jóvenes que merecen
incorporarse al mercado de trabajo en unas condiciones laborales
privilegiadas, completamente alejadas de la realidad del mercado y
carentes de un mínimo de justicia social.
La economía española es ineficaz,
debido al exceso del intervencionismo público y de la corrupción
de los políticos de La Casta, así como a la milenaria cultura
latina poco productiva.
Esta situación se agrava entre los
universitarios que pretenden trabajar en actividades relacionadas
con sus estudios universitarios que los suelen cursar sin
preocuparse de las posibles salidas profesionales o de la carencia
de ellas, como sucede en numerosas enseñanzas universitarias,
debido a que las universidades tienen una mínima preocupación de
la realidad socioeconómica española. Por si fuera poco, la
legalidad obliga a que un licenciado universitario gane casi el
doble del Salario
Mínimo Interprofesional (SMI). El mercado laboral español, como la
economía, está hundido, principalmente, por la acción política y
no por el mercado financiero privado, como pretenden hacer creer
algunos que se benefician de estas falacias. El capitalismo de
amigos del poder institucional, la estafa del Estado de Bienestar,
el intervencionismo público en más del 50% de la economía y el
saqueo institucional hacia la mayoría, son las causas únicas del
actual estado de crisis socioeconómica española.
He visto muchas decenas de CV de personas que han finalizado hace años sus
estudios universitarios y que nunca han trabajado, ni siquiera han
hecho las típicas pasantías (prácticas jurídicas) en un despacho
de abogados, evidenciando que no quieren trabajar.
Si a esta situación añadimos las trabas para la creación de empleo, el
futuro de España pasa por una pérdida de los niveles de vida de
las últimas décadas, a pesar de que el PIB está creciendo. España
tiene graves problemas estructurales, especialmente
institucionales (administraciones públicas, partidos políticos,
sindicatos y patronales), educativos y legislativos. El sistema
traba la emprendeduría y la innovación, a la vez que beneficia a
algunas emprendedurías y algunas transformaciones que,
administrativamente, califican de innovación para poder
subvencionarlas. Un sistema perverso e insostenible que ya se ha
hundido.
Por si fuera poco, las nuevas generaciones han visto que en España se gana
dinero siendo político o amigo de un político, mientras la mayoría
de los trabajadores son mileuristas o nimileuristas, trabajando
con salarios indignos.
Las personas que escribimos, tenemos
la responsabilidad de dejar de encubrir el sistema
y divulgar, con toda su crudeza, que es estructuralmente
corrupto, perverso, inhumano e insostenible, de forma que exista
una conciencia popular de la realidad que presione para que,
especialmente las nuevas generaciones, cambien el sistema,
sustituyendo la actual conciencia popular que es conservadora y
tiende a mantener el sistema.
El reciclaje, el cambio
continuo, la sostenibilidad, la innovación y el progreso, son
principios de la Nueva Conciencia, del Nuevo
Orden Mundial (no conspirativo) y del
Nuevo Management; es decir, de los modelos de la actual
Era de la información.