Durante casi todo 2010 y parte del 2011, conviví con una persona
bipolar. Ello me llevó a estudiar este trastorno, la psiquiatría y
la antipsiquiatría, así como a hablar con numerosos psiquiatras.
Según wikipedia (8-4-2016):
El trastorno bipolar,
también conocido como
trastorno afectivo bipolar (TAB) y antiguamente como
psicosis maníaco-depresiva (PMD), es el
diagnóstico psiquiátrico que describe un
trastorno del estado de ánimo caracterizado por la
presencia de uno o más episodios con niveles anormalmente elevados
de energía,
cognición y del
estado
de ánimo. Clínicamente se refleja en estados de
manía
o, en casos más leves,
hipomanía
junto con episodios alternantes de
depresión,
de tal manera que el afectado suele oscilar entre la
alegría y la
tristeza
de una manera mucho más extrema que las personas que no padecen
esta
patología
Por tanto, la primera aportación extraordinaria de una persona con
TAB durante un episodio o fase, se origina porque tiene “niveles
anormalmente elevados de energía”. Esta energía posibilita
alcanzar un ritmo de actividad que no está al alcance de la
mayoría de las personas normales.
Las fases depresivas pueden servir para profundizar en los
aspectos perjudiciales de las cosas, de las amenazas y de las
debilidades en términos DAFO, de los aspectos en que nos supera la
competencia, de los riesgos de nuestra empresa o del entorno PEST
(político, económicos, sociales y tecnológicos) u otros, desde una
supuesta posición de inferioridad. Estas fases se deben a que la
persona olvida los aspectos beneficiosos y sólo ve los aspectos
negativos. En resumen, una persona bipolar en una fase depresiva
puede aportar un análisis más profundo de los riesgos.
Por el contrario, durante las fases maníacas, una persona con TAB
puede embarcarse en proyectos de gran envergadura que ninguna otra
persona se atreva a afrontar. La manía puede hacerle ver
fortalezas y oportunidades en términos DAFO, que la mayoría de las
personas normales no son capaces de percibir. Minusvalorar las
dificultades puede hacer avanzar un proyecto aparentemente
imposible y hacerlo posible.
Desde otra perspectiva, podemos afirmar que la mayoría de las
personas son poco productivas porque su bajo interés les lleva a
no profundizan en las oportunidades ni en los riesgos que son
precisamente las dos grandes áreas de retos de cualquier
organización. La mediocridad es el resultado de la falta de
indagación más allá de lo establecido. Por el contrario, podemos
afirmar que las personas que analizan correctamente las
posibilidades, los riesgos o la combinación de ambas cosas,
obtienen resultados extraordinarios, siendo éstos aquellos que
superan los que consiguen la mayoría de las personas.
Exagerando un poco, podríamos afirmar que los emprendedores, los
innovadores y las personas altamente productivas lo son porque
combinan acertadamente los resultados del pensamiento depresivo
con los resultados del pensamiento maníaco.
La percepción más allá de
lo establecido, la superación de los retos y la utilización de
nuevas posibilidades, son
principios de la Nueva Conciencia, del Nuevo Orden Mundial (no
conspirativo) y del
Nuevo Management; es decir,
de los modelos de la actual Era de la información.