Suele decirse que las motivaciones humanas son la salud, el dinero
y el amor. La salud, con la actual definición científica, incluye
la salud corporal (biológica), la salud interior (psicológica) y
la salud exterior (profesional, familiar y social). Algunos
quieren dinero suficiente para vivir razonablemente bien y otros
nunca tienen suficiente. El amor algunos lo sustituyen por sexo y
la ciencia la sustituyen por los afectos.
Por otro lado, también suele decirse que el dinero, el poder, la
fama (reconocimiento), el amor y el sexo son las grandes
motivaciones que mueven el mundo; sin embargo, no es cierto.
En la segunda mitad del siglo 20, aparecieron las primeras teorías
sobre las motivaciones, siendo la pirámide de Maslow la primera de
ellas. Desde entonces han aparecido numerosas teorías y numerosos
librepensadores hemos escrito sobre otras motivaciones.
Cabe afirmar que el mundo lo mueve principalmente la inercia y la
innovación cambia esa inercia. Si nos centramos en la innovación,
en la emprendeduría y en los resultados extraordinarios, propios
de los agentes del cambio, observaremos que sus motivaciones
suelen ser otras como hacer bien las cosas, obtener resultados,
superación de retos, superación personal, responsabilidad social,
mejora de la sociedad o servicio hacia los demás. Ya dijo Einstein
que sólo una vida de servicio a los demás tiene sentido.
Somos multidimensionales y, por tanto, nuestras motivaciones
suelen ser múltiples, de forma que cuando adquirimos un alto
compromiso para afrontar un reto complejo, suelen ser varias
motivaciones las que nos llevan a realizar ese enorme esfuerzo.
Esta perspectiva multidimensional hace compatibles motivaciones
que no son compatibles desde la perspectiva unidimensional
tradicional (filosófica-religiosa); por ejemplo, el deseo de fama
o de dinero con la motivación de servicio a los demás o de mejora
social.
En realidad, las motivaciones surgen del principal mecanismo
mental que consiste en eliminar las incoherencias que nos producen
desasosiego, lo que en la psicología se denomina disonancia
cognitiva. Por tanto, dependerán de nuestras creencias y de
nuestra escala de valores las motivaciones principales para tomar
las grandes decisiones vitales, como es la actitud frente al
aprendizaje, frente al trabajo o frente
a las relaciones privadas o las relaciones
socioprofesionales.
La responsabilidad
social, la mejora colectiva, la superación de los retos, la
superación personal, la utilización de nuevas posibilidades, son
principios de la Nueva
Conciencia, del Nuevo Orden Mundial (no conspirativo) y del
Nuevo Management; es decir, de los
modelos de la actual Era de la información.