Una mirada hacia el
pasado, nos hace ver que el considerable aumento de la riqueza y
del confort producido por las revoluciones industriales, se
debieron al espectacular aumento de la productividad aportado por
la incorporación de las máquinas a la producción de bienes.
Peter Drucker, escritor
más influyente del siglo 20, afirmó que el management (técnica de
gestión empresarial) fue el principal invento del siglo 20. Tal
vez fueran los ordenadores el principal invento pero es indudable
que la aplicación del management en todo tipo de organizaciones
-públicas y privadas, con o sin ánimo de lucro- fue uno de los
principales elementos de aumento de la productividad humana.
¿Por qué la productividad es tan
importante?
Aumentar la
productividad significa dedicar menos medios a producir los
bienes. De esta forma, podemos dedicar nuestros recursos a otras
actividades; por ejemplo para producir nuevos bienes o servicios
que aumenten nuestro bienestar. El espectacular aumento de la
productividad debido a la segunda revolución y a la creación de
las grandes corporaciones con directivos profesionales, dieron
lugar a la creación del Estado de bienestar y del macro-Estado,
pasando el dinero público de un 8% a finales del siglo 19 a,
actualmente, un 50% en la Unión Europea o a superar el 40% en
Estados Unidos y en Japón. El aumento de la productividad ha
permitido producir suficientes alimentos para erradicar el hambre,
aunque la corrupción política no lo permite.
No debemos relacionar el
aumento de la productividad con la explotación laboral, porque
ésta suele deberse más a razones legislativas que a razones
empresariales; es decir, la actual explotación laboral en los
países ricos, igual que el desempleo, son consecuencia de las
leyes creadas por los políticos para empobrecer y someter a la
población, con el objetivo de
mantener su poder.
De hecho, desde hace décadas, el aumento de la productividad
empresarial está retrasando el inevitable ocaso de la civilización
occidental, producido, principalmente, por la corrupción
institucional sistémica y por los productos derivados del mercado
financiero, las dos mayores armas de destrucción masiva de la
historia de la humanidad.
La mayor parte del aumento de la productividad se debe a las
mejoras en las tecnologías de la información y en el management,
así como por la globalización que permite beneficiar a más gente
con los mejores bienes y servicios. No es la explotación laboral
la causa del aumento de la productividad, como interesa hacer ver
por los políticos y sus cómplices, especialmente los medios de
comunicación y los profesores.
Todos los sistemas tienden a la decadencia y sólo el aumento de la
productividad puede evitarla; además, el aumento de la
productividad es necesario para conseguir bienestar individual y
progreso colectivo.
El aumento de la productividad, el bienestar individual y el progreso
colectivo, son
principios de la Nueva Conciencia, del Nuevo Orden Mundial (no
conspirativo) y del
Nuevo Management; es decir,
de los modelos de la actual Era de la información.