Como todos, he sido indoctrinado y me hicieron creer que las
personas más inteligentes conseguían los mejores trabajos y los
menos inteligentes los perores. A mis 56 años, he conocido a
muchas personas de todos los niveles profesionales y capacidades y
hace décadas comprobé que ambas afirmaciones no eran ciertas.
Desde años tengo la certeza de que existe una competencia clave
para la obtención de mejores resultados y que produce el talento,
en sus distintos tipos. Esta competencia clave es la orientación a
resultados.
He conocido personas intelectualmente mediocres, pero que han
conseguido destacar considerablemente en el terreno profesional o
en el ámbito social. Todas ellas tenían una alta orientación hacia
los resultados, sabían lo que querían y estaban dispuestas a
trabajar duro, a relacionarse con quien les convenía para
conseguir sus metas o ambas cosas.
En el caso de las personas intelectualmente mediocres, alcanzar
los resultados se convierte en una obsesión que filtra su
pensamiento y conducta que están dirigidos a alcanzar sus metas.
Para éstos no existe otra cosa que conseguir los resultados que
esperan.
Una alta orientación a los resultados, puede ser el medio para
alcanzar una cierta posición socioprofesional y, en este caso,
esta ambición actúa como motivación adicional para alcanzar los
resultados extraordinarios que definen el talento. Las personas
orientadas a resultados tienen una alta motivación profesional que
les hace obtener mejores resultados que la mayoría de los demás.
Algunos aforismos relacionados con la orientación a resultados son: “el que la sigue la consigue” y “el fin justifica los
medios”. En cierto modo, pueden relacionarse estas frases con los
psicópatas y, de hecho, muchas personas que destacan son
psicópatas, lo que no significa que todos los que destacan sean
psicópatas, ni mucho menos.
Las personas orientadas a resultados presentan otra serie de características como pueden ser: visión sistémica, apertura y flexibilidad
mentales y proactividad. Estos rasgos no son generales, es decir,
como personas, sino que suelen aparecer sólo en los aspectos
relacionados con las actividades en las que se pretende destacar.
El sostenimiento de las organizaciones y el progreso se deben,
principalmente, a la minoría que tiene una alta orientación a los
resultados.
Según un estudio de la Universidad de Nebrija de 2012, la orientación a
resultados es la competencia más valorada por las empresas
españolas.
La orientación a resultados, la productividad como forma de
progreso y los talentos, son principios de la Nueva Conciencia,
del Nuevo Orden Mundial (no conspirativo) y del
Nuevo Management;
es decir, de los modelos de la actual Era de la información.